En breve va a dar inicio una nueva temporada de baloncesto universitario, y antes de que el balón comience a botar y lleguen las primeras canastas, se plantean una serie de cuestiones cuyas respuestas solamente el tiempo será capaz de responder. Dudas razonables, preguntas clave para que el destino de varios equipos, y por ende de la propia competición, se encamine por un sendero u otro. El éxito o el fracaso están supeditados al devenir de estas incógnitas que sobrevuelan a todos y cada uno de los protagonistas de ellas. Veamos cuáles son y por qué pueden ser cruciales. 5 Preguntas NCAA 2022/2023
1.- ¿El nivel que vimos de North Carolina en el pasado March Madness es una muestra de su verdadero potencial para esta temporada?
El primer ranking de equipos de la Associated Press no deparó ninguna sorpresa, situando a los Tar Heels como máximos favoritos para lograr el campeonato nacional. No es de extrañar, ya que cuatro de sus jugadores titulares (RJ Davis, Caleb Love, Leaky Black y Armando Bacot) vuelven al programa y la notable baja de Brady Manek ha sido, a priori, sustituida con éxito con el transfer de Pete Nance. Además, cuentan con otros jugadores como Puff Johnson o Dontrez Styles que deben dar un salto de calidad y aportar bastante más de lo que hicieron el año pasado.
Se trata de un equipo conjuntado, con experiencia tanto en la liga como jugando juntos, que disputaron la pasada final del campeonato nacional y que solamente cayeron contra Kansas en una de las remontadas más épicas de la historia de la competición. Sin embargo, ese nivel de juego solamente lo mostraron en marzo, siendo más bien inconsistentes e irregulares durante gran parte de la temporada. Fueron de menos a más claramente, pero queda la duda de si serán capaces de mantener esa intensidad y acierto en su juego, o si aquello fue solamente fruto de una serie de circunstancias que convergieron para que fueran cogiendo confianza y logrando las victorias necesarias para ir superando las diferentes rondas.
Caleb Love será el termómetro de este equipo y se espera que su principal líder. Armando Bacot debe asentarse como uno de los interiores más dominadores de la competición, candidato incluso al premio al National Player Of The Year. Y, por supuesto, Hubert Davis debe consolidarse como el gran entrenador y, sobre todo, motivador, que apuntó la temporada pasada. Su liderazgo fue crucial para guiar, en su primer año como entrenador principal, a North Carolina a la gran final. Son muchas las circunstancias que deben repetirse para que los Tar Heels peleen por el campeonato, pero todo apunta a que volverán a estar entre el grupo de los máximos favoritos.
2.- ¿Podrán John Scheyer y Kyle Neptune sustituir con éxito a dos leyendas de los banquillos universitarios como Mike Krzyzewski y Jay Wright respectivamente?
Sustituir a dos de los entrenadores más laureados de la historia, no es tarea fácil. Los responsables de la sección de baloncesto de las universidades de Duke y Villanova han apostado por dos personas conocedoras de sus respectivos programas, sangre joven con experiencia dispar como técnicos, pero con los suficientes conocimientos para dar continuidad a dos equipos que deben pelear, año tras año, por lograr los mayores éxitos posibles.
No será tarea sencilla, pero ambos deberían tener como referencia lo sucedido en North Carolina el curso anterior, donde un debutante Hubert Davis fue capaz de conducir a los Tar Heels a la final en su primer año en un banquillo que anteriormente había ocupado otro mito como Roy Williams. Todos los ojos estarán puestos sobre ellos, la presión mediática a la que se verán sometidos será intensa y constante y el peso de los resultados obtenidos planeará sobre ellos en todo momento. No obstante, posiblemente nadie vaya a exigirles ni siquiera alcanzar la Final Four en esta, su primera temporada como máximos responsables, aunque un fracaso rotundo sembraría dudas más que razonables acerca de su capacidad para guiar a estos dos históricos programas, de nuevo, a lo más alto.
3.- ¿Logrará Gonzaga, por fin, confirmar su condición de favorita y lograr el ansiado título?
Dominadores sin apenas rival en su conferencia, la West Coast, durante los últimos años, Gonzaga aparece como una de las máximas favoritas de manera perenne en las pasadas temporadas. Pero, hasta la fecha, nunca ha logrado refrendar ese favoritismo con la consecución del que sería su primer campeonato nacional. En los tres últimos Madness lograron el seed 1 y, aunque alcanzaron la final en 2021, no pudieron cortar las redes y proclamarse campeones nacionales.
Esta temporada vuelven a partir como uno de los máximos candidatos, en gran parte debido a la vuelta al equipo de Drew Timme, el gran referente del equipo y uno de los máximos candidatos al National Player Of The Year. Imposible dudar de su rendimiento, pero quizá sí puede haber cierta incertidumbre acerca del talento que le rodea. Hace un par de años, sus lugartenientes eran Jalen Suggs y Corey Kispert; la temporada pasado Andrew Nembhard y Chet Holmgren completaban un tridente de ensueño. Pero… ¿estarán Julian Strawther, Nolan Hickman o Hunter Sallis a la altura de las expectativas? Siendo buenos jugadores, a priori no tienen el potencial de los anteriormente nombrados, aunque la suma de otros talentos recién llegados al programa vía transfer, como Efton Reid o Malachi Smith pueden ser suficiente para que Mark Few, uno de los entrenadores más reputados del baloncesto universitario, conforme un equipo consistente. Si se dan todos estos condicionantes, no hay duda de que Gonzaga, una vez más, volverá a estar entre los mejores.
4.- ¿Logrará Eric Musselman conjuntar a todos sus nuevos jugadores a tiempo para ser candidatos firmes al campeonato nacional?
Una de las claves para formar un equipo competitivo en la NCAA es la experiencia de los jugadores que forman tu equipo. Precisamente por ello, North Carolina parte como la principal candidata al campeonato nacional. En el lado contrario encontramos a los Razorbacks de Arkansas, cuya plantilla está formada nada menos que por 11 jugadores recién aterrizados en Fayetteville.
No hay ninguna duda acerca del gran talento que tiene este equipo, con tres “freshman” con posibilidades de ser “lottery picks” en el próximo draft (Anthony Black, Nick Smith Jr. y Jordan Walsh) a los que sumar otros nombres importantes que han llegado a través del transfer portal, como Trevon Brazile o Ricky Council IV. Tampoco hay que dudar sobre la capacidad de Eric Musselman para trabajar con un equipo de estas características, ya que es algo que demostró primero como entrenador en Nevada y estas últimas temporadas ya en Arkansas. La duda es cuánto tardará en conjuntarse este grupo de jugadores y, sobre todo, si llegarán a hacerlo a tiempo para obtener un buen seed de cara al Madness que les permita afrontar el campeonato con cierta comodidad.
5.- ¿Quién será la cenicienta esta temporada? ¿Y sobre quién recaerá el desagradable rol de la decepción del curso?
Estas son dos cuestiones absolutamente impredecibles en estos momentos, a no ser que poseas capacidades premonitorias paranormales. Sin embargo, lo que sí es casi seguro es que siempre aparecerá una nueva Saint Peter’s o una UMBC que derrotará contra todo pronóstico a los colosos respectivos a los que se enfrente. ¿Quién puede ser? Nadie lo sabe, pero todos los seguidores del baloncesto universitario tendremos puesta la vista en estos pequeños programas dispuestos a hacer saltar por los aires los brackets de medio mundo en las primeras rondas del Madness.