Atlanta Hawks, a un paso de ser CONTENDER

Hace un mes, con la temporada recién empezada, muchos poníamos a los Atlanta Hawks peleando con Cleveland. Probablemente, todos les poníamos un pequeño escalón por debajo de Boston, Milwaukee y Philadelphia. En el momento de escribirse estas líneas, los de Georgia van 11-7 Y se encuentran en cuarta posición. Los sorprendentes récords de Indiana y Washington hacen que no se les vea más sobrados, pero la realidad es que Atlanta ha mostrado cosas muy buenas y otras no tanto.

Recordemos que Dejounte Murray puso rumbo desde San Antonio hacia el Este en uno de los traspasos del verano. Su llegada era una necesidad imperiosa, ya que el equipo comandado por Trae Young venía de tener el quinto peor offensive rating de la NBA. En otro movimiento polémico, uno de los tiradores más fiabes, Kevin Huerter, se fue a los Kings. Teniendo a Murray como titular y contando con la presencia de Bogdanovic, los de McMillan sacrificaron un perfil 3&D como Huerter a cambio de tener más tamaño para defender wings, que se supone que sería la aportación principal de Justin Holiday.

Además, AJ Griffin llegó a través del Draft (puesto 16). El rookie ya está dejando buenas impresiones jugando de alero, una posición que parece maldita en este último lustro, sobre todo tras la marcha de Cam Reddish y la inconsistencia de D’Andre Hunter.

Una ofensiva que necesita ajustes

Se presupone que un ataque comandado por Trae Young debe ser bueno. Un base con una habilidad casi sin parangón para generar espacios. Un base con un increíble rango de tiro. Un base capaz de ser el máximo asistente de la NBA. Sin embargo, sus porcentajes paupérrimo de tiro en este inicio de temporada están lastrando al equipo. Sabemos de su habilidad, así que se confía en que esto sea temporal, ya que los halcones necesitan que las defensas rivales estén pendientes de él para tener ataques más fluidos. Su pequeño bajón es el principal causante de que este ataque sea el menos poderoso desde que el ex de la Universidad de Oklahoma llegará al equipo hace ya 4 años.

Aun así, no es el único culpable. La ausencia de tiradores fiables está siendo demoledora. Son el segundo equipo que menos triples mete y el cuarto con peor porcentaje desde el perímetro. Este dolor se acentúa con la baja indefinida de Bogdanovic, que aún no ha debutado. Y el dolor es lacerante cuando se ve que Kevin Huerter está tirando 7’4 triples por noche con una efectividad del 50%, lo cual es una locura. Únicamente Aaron Holiday y AJ Griffin están siendo fiables, aunque sea en volúmenes no muy altos.

John Collins, el eterno cuestionado, se lleva muchos focos negativos por su poca producción ofensiva. Como casi siempre, se le busca traspaso, pero no ayuda que tenga más de 100 millones garantizados de salario en estos 4 próximos años. Su porcentaje de triples también es muy malo (23’7%). Por supuesto, sabemos que Capela y Okongwu, los pívots, no tienen nada de rango de tiro. Además, Hunter tiene poca regularidad, Griffin es un rookie y Dejounte no es el anotador más prolífico del mundo.

Ganan sus partidos usando otras armas. Están en el top-10 en rebotes ofensivos, eficiencia en contraataque y porcentaje de tiros libres (aunque no tiran muchos). Esos puntos en situaciones que no conlleven ataques estáticos son los que dan mucha vida a los pupilos de McMillan. Las jugadas que conlleven finalizaciones de los interiores tras asistencia de los dos guards deberían ser el foco hasta que se encuentren frente a las grandes defensas, donde sí será necesario volver a ser peligrosos desde lejos.

La defensa, una mejora notoria

Pasar del 26º puesto en Deffensive Rating al 12º no está nada mal. Los Hawks sabían que necesitaban cambios y los han hecho. Las llegadas de Dejounte Murray y Justin Holiday, además de la progresión de Okongwu y Jalen Johnson, han solucionado un poco el agujero de la franquicia.

Pese a encontrarse en mitad de tabla en las clasificaciones de tapones y robos, el equipo está defendiendo bien en estático. Son el tercer equipo que peor porcentaje de triples permite a los rivales, con un 33%, aunque la cosa empeora un poco dentro de la zona, especialmente a la hora de defender la media distancia. El tamaño de Capela y Okongwu debería permitirles defender algo mejor el aro, pero es verdad que son uno de los equipos que más tiros recibe en esa zona, por lo que estar en la mitad superior de la tabla se considera aceptable.

Pese a no ser un equipo muy activo en líneas de pase y provocar pocas deflections, tienen a uno de los mejores ladrones de la liga, Dejounte Murray. Su presencia, junto a la solidez en el rebote defensivo, provocan la antes mencionada eficacia en contraataque. Aun así, no aprovechan del todo bien sus buenas defensas de tiro, ya que permiten prácticamente 11 rebotes ofensivos por noche (puesto 21º)

El futuro de los Hawks, en el mercado

Visto lo visto, parece que hacen falta cambios si el equipo quiere plantar cara a los colosos del Este, sobre todo si no quieren caer humillados como ya les pasó hace unos meses frente a los Heat, que anularon a Trae Young y, con ello, a todo el equipo. Como ya hemos dicho, John Collins está en rampa de lanzamiento, pero su contrato es difícil de cuadrar.

Uno de los nombres que más suena es el de Crowder. El wing de los Suns está sin jugar, ya que pidió salir traspasado si no era el titular de los de Arizona. Se le busca un traspaso, para el cual hay varios candidatos. La marcha de Justin Holiday sería un buen cambio para los Hawks (por el ascenso de AJ Griffin), pero probablemente los Suns no quieran. Los del Oeste necesitan anotación desde el banquillo y, viendo el contrato de Collins, la opción de Bogdanovic podría ser la más apetecible. Si bien es cierto que ya cuentan en sus filas con exteriores como Damion Lee y Duane Washington, que no lo están haciendo mal, el serbio sería una pieza muy importante en un equipo que quiere aspirar a todo.

También ha comentado Jake Fischer que los Hawks preguntaron en Salt Lake City por la posibilidad de cambiar a Collins por Markkanen, pero, sin más piezas de por medio, los rutilantes Jazz prefieren esperar a que lleguen otras ofertas por sus jugadores. Sin duda, el gran comienzo de temporada en Utah ha provocado una gran revalorización de muchas de sus piezas. También es verdad que este inicio ha podido provocar algún cambio en la mentalidad del siempre sorprendente Danny Ainge a la hora de afrontar esta temporada.

Quizá si los Pistons se deciden a mover a Bojan Bogdanovic puedan estar interesados en añadir otra pieza joven a su roster. Incluso sin irse de Utah, podría funcionar un traspaso que incluya a Kelly Olynyk, un jugador cuya capacidad de anotación exterior vendría muy bien en Atlanta tras los problemas que hemos comentado.

Primeras Reflexiones del Inicio NBA