“Soft is when you choose the easier path when the right path is the harder one. That’s soft”. Bill Self
El pasado 7 de noviembre saltaba la noticia de la renovación de por vida de Bill Self como entrenador de la universidad de Kansas. Además de la confianza depositada en el actual técnico al atarse a él sin fecha de finalización de la relación contractual, las cifras que se manejan le convierten en el entrenador mejor pagado de todos los banquillos universitarios: 13 millones de dólares esta misma temporada y un total de 53 en los cinco próximos años. Cifras mareantes, pero que en el contexto actual y teniendo en cuenta la trayectoria de la universidad desde que Bill Self ocupa el cargo de entrenador jefe, resultan más que merecidas.
His Moment for Life 🙌 💥
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HOF @KUHoops Coach Bill Self signs amended lifetime contract with the JayHawks! ROCK CHALK! pic.twitter.com/5luaY04Zcr
Porque en el vertiginoso mundo del baloncesto universitario, donde la competencia es feroz y los momentos decisivos definen carreras, emerge la figura inspiradora de Billy Eugene Self. Nacido el 27 de diciembre de 1962 en Okmulgee, Oklahoma, Self ha forjado una prestigiosa y exitosa carrera como entrenador que va más allá de las canchas, convirtiéndose en un testimonio palpable de pasión, perseverancia y conexión humana.
Graduado en la Universidad de Oklahoma State, Self comenzó su andadura como entrenador en la década de 1980, trabajando como asistente en su alma mater. Su habilidad para comprender el juego y motivar a los jugadores no pasó desapercibida, y rápidamente escaló posiciones en el mundo del baloncesto universitario. Bill Self comenzó su carrera como entrenador asistente en la universidad de Kansas en la temporada 1985-1986 bajo la tutela del entrenador Larry Brown. Durante esa época, Kansas tuvo un destacado desempeño (campeones de conferencia y disputando la Final four), y la experiencia de Self como asistente en ese equipo liderado por Danny Manning fue fundamental para su desarrollo como entrenador. Tras un único año en el banquillo de los Jayhawk fue contratado como entrenador asistente en la universidad estatal de Oklahoma (Oklahoma State) desde 1986 hasta 1993. Durante este periodo, trabajó bajo la dirección del entrenador Eddie Sutton. Estos años fueron, sin duda, cruciales para la formación y el desarrollo de la posterior carrera de Bill Self como entrenador de baloncesto universitario. Durante su tiempo como asistente en Oklahoma State, Self contribuyó significativamente al éxito del programa. Bajo la dirección de Sutton y con la ayuda de Self, el equipo de baloncesto de los Cowboys tuvo un rendimiento destacado en la Conferencia Big Eight y participó en varios torneos de la NCAA. La experiencia adquirida en Oklahoma State marcó el camino para el ascenso de Bill Self como entrenador principal en futuros destinos. Su capacidad para contribuir al éxito del equipo y su habilidad para desarrollar talento no pasaron desapercibidas. Esta etapa de su carrera sentó las bases para su futura trayectoria como entrenador principal en diversas universidades, donde continuó cosechando éxitos y dejando una marca duradera en el baloncesto universitario.
Kansas head men's basketball coach Bill Self signed a lifetime contract with the Jayhawks on Tuesday, the school announced. pic.twitter.com/0qsPXg82K7
— ESPN (@espn) November 7, 2023
Bill Self asumió su primer trabajo como entrenador jefe en Oral Roberts desde 1993 hasta 1997. Durante su tiempo en allí, trabajó para transformar el programa de baloncesto y sentar las bases para su exitosa carrera como entrenador. En sus primeras temporadas como entrenador principal, se enfrentó a duros desafíos y trabajó arduamente para establecer su estilo y filosofía. Aunque los resultados pueden no haber sido inmediatamente destacados, su tiempo en Oral Roberts fue fundamental para su desarrollo como líder en el mundo del baloncesto universitario.
Su primera oportunidad como entrenador principal llegó en la Universidad de Tulsa en 1997. En solo tres temporadas, llevó al equipo a la cima de la Conferencia USA, ganando reconocimiento nacional. Este éxito llamó la atención de la Universidad de Illinois, donde Self asumió el cargo de entrenador en jefe en 2000. Allí Self continuó demostrando su capacidad para transformar equipos. En la temporada 2004-2005, guió a los Fighting Illini a una asombrosa marca de 37-2 y los llevó a la final del torneo de la NCAA. Aunque no se llevaron el título, esta destacada temporada solidificó la reputación de Self como uno de los entrenadores más respetados y exitosos del país.
El siguiente capítulo en la carrera de Self lo llevó a la Universidad de Kansas en 2003, en la que permanece desde entonces construyendo un legado duradero. En la Conferencia Big 12, su equipo ha sido un contendiente constante, acumulando múltiples títulos de conferencia. Bajo su dirección, los Jayhawks ganaron el campeonato de la NCAA en 2008 y 2022, un hito que cimentó su lugar en la historia del baloncesto universitario. A lo largo de los años, la Universidad de Kansas se ha convertido en una potencia bajo la tutela de Bill Self. Su enfoque metódico en el desarrollo de talento, su habilidad para construir equipos cohesionados y su ética de trabajo incansable han dejado una marca indeleble en la institución y en el deporte en general.
Pero la verdadera grandeza de Bill Self no se mide solo en victorias y derrotas. Su conexión con los jugadores va más allá de la cancha de baloncesto. Se preocupa por su crecimiento como individuos y ciudadanos responsables. Esta preocupación genuina ha creado un lazo inquebrantable entre él y aquellos que han tenido el privilegio de ser parte de sus equipos. Entre los jugadores que han pasado por las manos de Bill Self y han llegado a dejar su huella en la NBA se encuentran nombres destacados como Paul Pierce, Mario Chalmers, Andrew Wiggins, Joel Embiid y muchos más. Estos jugadores no solo llevan consigo las habilidades tácticas inculcadas por Self, sino también los valores de resiliencia y trabajo en equipo que han caracterizado su enfoque como entrenador.
Al mirar hacia atrás en la vida y carrera de Bill Self, es imposible no sentir una oleada de emociones. No solo ha dejado un impacto en el deporte, sino que ha tocado vidas y ha inspirado a una generación de atletas a soñar en grande y a esforzarse por la excelencia en todos los aspectos de la vida.
En resumen, la vida y carrera de Bill Self son mucho más que una serie de partidos ganados; es un relato de resiliencia, humanidad y conexión. Es un recordatorio de que el baloncesto, en su esencia, es un medio para forjar carácter y construir puentes entre personas. A medida que continúa su viaje, el legado emotivo de Bill Self persistirá en los corazones de aquellos a quienes ha tocado, trascendiendo el deporte y resonando en la esencia misma de lo que significa ser un verdadero líder y mentor