En un verano con poco movimiento, donde lo más comentado está siendo el futuro de Damian Lillard, parece que todo el universo NBA se ha olvidado de Ben Simmons, la estrella del futuro que iba a dominar la liga, el jugador que en su día más similitudes compartía con Lebron James en generación de juego, ha quedado para el olvido, y es normal. En Brooklyn ha sido un desastre, donde no ha llegado a dobles dígitos en anotación y donde no han sabido explotar sus virtudes. Lo han probado en prácticamente todas las posiciones, hasta de pívot y no ha funcionado. Ya no es efectivo en transición, uno de sus puntos fuertes, y en defensa ya no puede cubrir al mejor jugador rival. Su polivalencia era muy valorada a pesar de tener grandes defectos como no tirar de larga distancia, pero si desaparecen sus virtudes y se mantienen dichos defectos, se vuelve un jugador inútil, que cobra 40 millones por temporada, es insostenible lo mires por donde lo mires.
Pero ¿Cómo se ha llegado a este punto donde un número 1 de draft dispuesto a comerse el mundo y que había demostrado destellos de estrella ha caído en el olvido? Lo contamos aquí.
Lesiones de tiempo prolongado.
Desde los playoffs de 2021, el base australiano ha disputado solamente 42 encuentros en la liga. Todo comienza en Philadelphia donde tanto el jugador como la franquicia deciden que no juegue. Todo parece una estratagema de las dos partes para no lesionarse de gravedad y buscar una salida cómoda para ambas partes. Pero cuando dicho traspaso se produjo, Simmons no debutó dicha temporada.
El famoso pinzamiento en la espalda que se le achacaba como excusa para no jugar y ser traspaso fue más grave de lo que parece y Simmons debuto con los Nets el 4 de octubre en un amistoso, 8 meses después de su traspaso.
Aun así, no duró mucho su vuelta a las canchas ya que por dolores en la rodilla izquierda tuvo que dejar de jugar. Aparte de la rodilla, volvió a quejarse de los problemas de espalda que le tuvieron parado el año pasado, por lo que solo pudo disputar en Brooklyn 42 encuentros.
Salud mental.
Si bien el apartado físico es un punto importante, el gran problema del bueno de Ben es sin duda la salud mental y no poder llevar la presión y las críticas del universo NBA.
Todo empieza en los playoffs de 2021 donde Atlanta Hawks y Trae Young dan la sorpresa y eliminan a los Sixers que eran favoritos en dicha eliminatoria. Todo el equipo estuvo mal, pero fue Ben Simmons el que se llevó todas las culpas de la derrota, con actuaciones lamentables, sí, pero tampoco es que Embiid y compañía estuviesen bien.
Las redes sociales se llenaron de los típicos memes, de que no sabe tirar, de que está sobrevalorado, de que n aporta nada en pista, etc. Pero el gran problema fue el señalamiento público que hizo tanto Joel Embiid como Doc Rivers en declaraciones como Daryl Morey poniéndolo en el mercado de transferencias justo después de la eliminación. Básicamente tu GM, tu entrenador y tu compañero te están diciendo que te vayas, que eres malo y que no sirves para nosotros. Y eso es algo que al jugador australiano le ha afectado notablemente desde ese momento.
Full quote from Joel Embiid: "I mean, I'll be honest. I thought the turning point was when we — I don't know how to say it — but I thought the turning point was just we had an open shot and we made one free throw and we missed the other and then they came down and scored…
— Rich Hofmann (@rich_hofmann) June 21, 2021
Dicen las malas lenguas, que dichos pinzamientos de espalda nacen a raíz de problemas de salud mental que ha tenido el jugador, de no saber gestionar y de haber sido sobrepasado por la situación.
No es la primera vez que le pasa esto a Simmons, es más, la razón principal por la que el formado en LSU no tiraba triples es por miedo al fracaso.
Ben Simmons «No lo haré hasta que tenga buen porcentaje. Podría ser como esos jugadores que tienen un 30% de acierto, pero empezaré a lanzar cuando tenga un 40% de acierto en mis lanzamientos”.
También se ha dicho que es un jugador que siempre busca la excelencia máxima, y hasta que no domine bien una situación o jugada nunca lo va a intentar, no se atreve. Eso dice mucho de su forma de pensar y psicología.
Y el tema de la salud mental y los deportistas es algo que poco a poco se está esclareciendo y dando la importancia que se tiene que dar. El último ha sido Ricky Rubio anunciando que no estará en el mundial por trabajar su salud mental, pero estrellas como DeMar Derozan o Kevin Love también se han tratado y han hablado del tema. A Ben Simmons le vendría bien trabajarlo.
Losa contractual y estatus.
Otro gran problema de Simmons es su contrato en relación de estatus actual. Cobra como una estrella (algo lógico en el momento que se renovó) pero en los Nets podríamos decir que no entra en el quinteto inicial.
El australiano va a cobrar esta temporada 37 millones, y en la 24-25 40 kilos, es el contrato más alto de los Brooklyn Nets, con bastante diferencia del segundo, Cam Johnson, pero en rendimiento fue el 7 en +/- totales (que en un partido es una stat inservible, pero en una temporada entera si dice bastante) y en Win Share también está séptimo. Por otro lado, si quitamos a Durant y Kyrie, Simmons sería quinto, estando por detrás de Bridges, Johnson, Claxton y Harris.
En cuanto al salario de todos los jugadores NBA, Simmons es el vigésimo salario más alto de toda la liga, empatada con Siakam y estando por delante de jugadores como, Irving, Booker, Shai, Tatum o Fox por mencionar algunos. Se puede decir que ahora mismo, Ben Simmons es el peor contrato de la liga, aunque solo le quedan dos años.

Los Nets ganan sin él.
Otro gran problema que ha encontrado Ben Simmons esta temporada 22-23 es que aún con todos los cambios de plantilla que ha tenido Brooklyn, que hasta 25 jugadores han disputado encuentros con Brooklyn, que han tenido dos plantillas y entrenadores diferentes entre el inicio y el final de la campaña, con todo eso, en ningún momento tuvo oportunidad de brillar. Con Nash lo probaban de base, pero ni complementaba con Durant e Irving, ni defensivamente podía defender bases como lo hacía en Philadlephia. Con Jacque Vaughn, buscaron otro enfoque, primero como interior principal junto a Claxton y más adelante como pivot suplente. El resultado, el mismo, no funcionó. Claxton funciona mejor con Dorian Finney Smith o Cam Johnson de pareja en la zona, mientras que de pívot suplente se ve limitado por falta de altura y exuberancia física, sus dos puntos positivos cuando jugaba de base.
Entonces ¿Qué es Ben Simons? Ahora mismo, un jugador sin rumbo, que no sabe de qué juega, que todavía se cree una estrella pero que ningún equipo lo quiere. Jugador roto…
Pero recuperable.
Todavía hay esperanza.
Si bien todo el mundo damos por acabada la carrera de Ben Simmons, hay que recordar que aún tiene 27 años, edad con la que los jugadores entran en su prime.
Las lesiones que ha tenido son duras, pero en ningún momento han acabado con su carrera, todo viene más por el factor mental y de que no sabe dónde encajar en esta NBA. Una NBA que, si ha evolucionado, pero en dicha evolución, él fue participe y encajó bastante bien en sus primeros años. Simmons se ha encontrado una gran piedra en su carrera, un muro, que puede superar. Porque también ha habido otros casos que, por lesiones y factor mental, cayeron al abismo, pero supieron recomponerse.
Ejemplos.
Hay tres nombres que se me vienen a la cabeza, dos históricos y uno actual que le pasaron algo similar a Simmons, lesiones graves, mucho tiempo fuera de cancha y que al volver la NBA había cambiado, pero supieron recomponerse.
Grant Hill es el primer nombre que me viene a la mente. Uno de los primeros “herederos” de Michael Jordan, similar a Simmons con Lebron, hizo unas 5 primeras temporadas de estrella total, Rookie del año, All Star múltiples ocasiones, hasta que el 15 de abril del 2000 se lesiono del tobillo justo antes de playoffs, y al forzarlo tuvo que ser operado, dicha operación salió mal y le intervinieron otra vez. Nunca volvió a ser la estrella que se presuponía, y sus años en Orlando Magic fueron un vía crucis. Pero en Phoenix Suns volvió a jugar más de 60 partidos después de 5 años siendo titular habitual y un jugador importante en aquellos Suns de Nash y Shaquille O’Neal.
Nunca es mal momento para un minuto con Grant Hill pic.twitter.com/KPHt5VDkmB
— Skyhook Magazine (@skyhookmagazine) August 4, 2023
Otro caso más conocido y reciente es Derrick Rose. El MVP más joven de la NBA, en 2012 se rompió el cruzado en la primera ronda de playoffs ante Philadelphia con 24 años. El jugador dejó de ser el mismo, había perdido su punta de velocidad y salto que eran diferenciales, lo que hizo caer en depresión según cuenta el propio jugador y donde su punto más bajo fue en Cleveland donde apenas jugó minutos, lo traspasaron a Utah para estos cortarle. Una vuelta con Thibodeau primero en Minnesota y luego en Nueva York como sexto hombre le hizo recuperar su motivación y dar un gran nivel en un rol más reducido.
Y el tercer ejemplo en discordia es, un excompañero suyo, Markelle Fultz, un pick uno de draft que las lesiones nos dejaron con las ganas de ver lo que podía hacer este chico como si demostró en la universidad de Washington. Una lesión en el hombro mal curada, que decían las malas lenguas que se le había olvidado tirar hicieron que la presión se cebara con él, buscando su oasis en Orlando, en las que, si bien las lesiones han seguido persiguiéndolo, se le ve más contento y ha cumplido como base titular.
Por lo que podemos ver, hay esperanza para Ben Simmons, pero depende del jugador, solicitar ayuda y recuperarse.