El destino no está escrito

Nuestras decisiones marcan nuestro destino. Esa frase tiene sentido en muchos aspectos de la vida y el deporte. Para un jugador de baloncesto universitario de cierto nivel, no hay decisión más importante que decidir que hacer cuando la NBA llama a tu puerta, pero no has acabado tu carrera universitaria. Que se lo digan a Brett Nelson.


Hoy en día, no habría dudas, prácticamente todos elijen a la NBA. Hace 20 años esa tendencia era la contraria. Eso explica el por qué Brett Nelson decidió, por dos veces, dejar pasar el tren de la NBA y quedarse con sus Florida Gators. Esa decisión le privo, potencialmente, de tener una carrera en el mundo del baloncesto como jugador. Mirando el lado positivo, tal vez le dio la oportunidad de tener una como entrenador.

El mundo a sus pies


Empecemos por el principio, como de costumbre. Brett Nelson nació en 1980 en St.Albans, una localidad al oeste del estado de West Virginia. Cuando solamente tenia 13 años, se quedo prendado de un jugador que jugaba en Dupont High School, a solo 30 minutos de su localidad, y que hacía maravillas con él balón. Si, Brett Nelson vio jugar en directo a Jason Williams en el instituto y pensó, si ese chico blanco puede, yo también. Y así fue. No solo eso, se pensaba que iba a ser incluso mejor.


Fue nombrado un McDonalds All-American en 1999 y mejor jugador del estado. Era considerado uno de los mejores 10 mejores jugadores de instituto de su camada y tuvo bastantes ofertas de reclutamiento. Como le sucedió a su ‘vecino’ JWill, quedó prendado de las palabras y gomina de ese joven prometedor Head Coach de Florida: Billy Donovan. Así, Brett Nelson se unía a uno de los programas mas prometedores del país, con Mike Miller como principal estrella y otros grandes jugadores alrededor como Udonis Haslem, Teddy Dupay o Matt Bonner.

Prometo que este es Brett Nelson y no Jason WIlliams


Su temporada freshman empezó como base suplente y tuvo un rol secundario hasta que llego el March Madness. Los Gators llegaron a la final nacional y todo el mundo coincidia en reconocer que el juego y los puntos de Nelson (12 por partido en el torneo final) saliendo desde el banquillo fueron clave para eliminar a potencias como Illinois, Duke o North Carolina. Es más, fue elegido mejor jugador del partido en la final regional frente a Duke donde su alto ritmo de juego, eficacia en el pase y acierto desde la línea de 3 ayudaron a superar a unos Blue Devils cargados de futuro talento NBA como Carlos Boozer, Shane Battier o Jay Williams.


Los Gators no pudieron culminar la temporada con el título. Se lo llevo Michigan State en el partido final, pero Brett Nelson había sido descubierto a la nación y con un puesto de base titular en el horizonte, el futuro parecía brillante para el joven jugador. Nadie dudaba en ese momento de que su futuro estaba en la NBA. Su temporada sophomore fue una de consagración, promediando 15 puntos y 4 asistencias por partido. Su tiro de 3 era letal y si caías en la trampa de la presión de los Gators, Nelson te lo hacia pagar. En movimiento era imparable y ejecutaba perfectamente el contraataque. Los Gators cayeron en segunda ronda del Madness frente a Temple, donde John Chaney ordeno una defensa Box-and-one sobre Nelson. Ese era el nivel de miedo que le tenían los oponentes.

La NBA no espera


Ese verano Brett Nelson tenía que tomar una decisión. El sonido de corneta de la NBA se escuchaba de fondo. Los Mock Drafts le aseguraban primera ronda si se presentaba. Contra todo pronóstico, Nelson decidió que todavía tenía cosas que hacer con los Gators. Lo que no sabia era que su siguiente temporada iba a estar llena de acontecimientos y rumores extra deportivos que si bien no influyeron mucho en su rendimiento en la cancha, le dejaron marcas que tardaron en cicatrizar con según que gente.

Partido completo donde Nelson deslumbró y se dio a conocer.


En septiembre de 2001, Teddy Dupay fue suspendido por la universidad de Florida y apartado del equipo cuando fue denunciado por apostar dinero a través de un amigo en partidos de su propio equipo. En la prensa, surgieron rumores de que fue Brett Nelson el jugador que había alertado a la policía de estas acciones ilegales de Dupay. Nelson lo negó, Donovan lo negó, pero el rumor quedo en el aire. Dupay era un jugador muy querido por los aficionados y originario del estado de Florida. No es de extrañar que ello tuvo un impacto en una minoría de aficionados que ya no veían a Nelson con tan buenos ojos. Por cierto, Dupay nunca fue condenado por ello, pero no volvió a ponerse la camiseta de los Gators.


En marzo de 2002, durante un entrenamiento tras caer en el torneo de conferencia en semifinales, LaDarius Halton agredió a Brett Nelson y le dejo una mejilla dañada y un ojo morado. Nunca se dio a conocer el por qué de la agresión, pero quedo probado que no era la mejor manera de preparar la participación del equipo en el March Madness. Florida cayo contra Creighton en primera ronda, unos Bluejays liderados por un tal Kyle Korver. Las malas lenguas volvieron a sugerir cosas, y ahora, si que sí, parecía que era el momento ideal para que Nelson diese el salto a la NBA. Con todavía una reputación positiva entre los scouts, una primera ronda seguía siendo una opción, segunda ronda estaba asegurada. Otra vez Brett Nelson decidió ir contracorriente.


Su temporada senior fue un desastre. Empezó con problemas de espalda, su porcentaje de tiro cayo estrepitosamente, problemas en las rodillas, perdió la titularidad en enero y acabo siendo un jugador completamente secundario en la rotación de Billy Donovan. “Odio verle así, tan bajo de moral y sin poder desarrollar su juego”. Palabras de su entrenador y mentor. La cruda realidad había alcanzado a Brett Nelson. La NBA ya era una quimera. Construir un futuro era el objetivo.


Tras graduarse en Florida en 2004, jugo un año de profesional en Suecia pero ya había decidido que su futuro no estaría ligado a sudar en la cancha, sino a ayudar en la formación de jugadores jóvenes. Desde 2005, ha pasado por un total de 7 universidades siendo Director de Operaciones y Entrenador asistente. Desde 2019 ocupa la posición de Head Coach de Holy Cross, universidad modesta de la Division I que juega en la Patriot League.


El futuro de Brett Nelson parecía escrito a principios del milenio. Muchos leyendo este artículo pensaran que desaprovechó oportunidades. En este caso, se podría mejor aplicar el dicho de que las cosas suceden siempre por una razón. Tal vez el futuro de Brett Nelson era simplemente ser entrenador de baloncesto. Quién sabe si, algún día, consigue lo que no pudo conseguir como jugador.

NOTA DEL AUTOR : Los recuerdos cuando somos adolescentes se quedan con nosotros para siempre. Pequeñas acciones o momentos marcan lo que seremos cuando crecemos en cierta manera. Este artículo es un pequeño homenaje que sentía debía hacer a Brett Nelson. No fue un ídolo ni siquiera mi jugador favorito, pero fue el primer jugador universitario que me llamó la atención y al que seguí con cierta asiduidad. Dedicado a mis memorias adolescentes.

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