Antes de la nueva normalidad, el programa femenino de baloncesto de la universidad de Oregón se convirtió en un fenómeno social y deportivo. Sus partidos reventaron audiencias y aforos mientras todo el país gritaba “quack” “quack” al ritmo de las Ducks. Charlamos con Xavier López y Maite Cazorla.
Xavier López y Maite Cazorla estaban allí, protagonizando años gloriosos. Él como arquitecto, ella como alma.
Actualmente, Xavier ocupa el puesto de Associate Head Coach en el banquillo de las Hornets de Sacramento State.
Maite Cazorla continúa con su sana afición a coleccionar medallas y títulos como jugadora internacional en Perfumerías Avenida de Salamanca.
Charlamos con ambos:
Gustavo: Xavi, esta temporada tus responsabilidades han aumentado y sigues subiendo peldaños en tu carrera como entrenador.
Xavier: Es uno de los motivos por el cual decidí dar el paso de salir de Oregón rumbo a Sacramento. Para crecer profesionalmente y vivir una experiencia nueva.

Mark Campbell, que era primer entrenador asociado en Oregón, consiguió el puesto de head coach en Sacramento State y me ofreció venir con él. Trabajamos juntos 7 años en Oregón, confeccionando la plantilla con total libertad a base de reclutar y atraer talento. Entablamos una amistad muy grande y cuando se le planteó esta oportunidad, no dudé en venir con él.
Gustavo: No hicisteis nada mal el trabajo…
La etapa en Oregon
Xavier: Cuando llegamos en 2014 el equipo venía de ganar 4 partidos el año anterior con una trayectoria bastante decadente. Construimos el mejor equipo del país.
Gustavo: ¿Cómo se fue forjando ese equipo?
Xavier: La primera pieza y la más importante de todo el puzzle fue Maite Cazorla. Mark fue a la Rep. Checa a ver el Mundial sub-17 porque estaba siguiendo a Sabrina Ionescu que era parte del Team USA. Cuando vio a Maite jugar con España frente a Estados Unidos quedó claro que era la base que necesitábamos para el proyecto. Carácter ganador y capacidad competitiva además de todo lo buena jugadora que es. Maite cambió la cultura del equipo y nos dio una mentalidad ganadora desde el primer día. Si ella no hubiera apostado por nosotros en el momento en que Oregón “no era nadie”, no hubiera sido posible atraer a las siguientes: Sabrina, Ruthy Hebard. Satou Sabally…
Ella es de una familia de baloncesto y lo único que pidieron es que la cuidáramos y la ayudáramos a desarrollar su potencial.
Gustavo: Maite, en el momento en que recibes el interés por parte de Oregón ¿ya rondaba por tu cabeza la posibilidad de la NCAA?
Maite Cazorla: Si, mis hermanos me dijeron que debía planteármelo. Ellos tuvieron la oportunidad y no lo hicieron y creían que para mi era muy importante poder ir a una universidad, estudiar y desarrollarme como jugadora (Maite se graduó en Psicología). Además, tener un idioma que te abre muchas puertas en un futuro. Les escuché y una vez fui a visitarlos ya me decidí. Me di cuenta de que era una gran oportunidad y además, si no estaba bien, siempre existía la posibilidad de volver así que tenía que arriesgarme.
Gustavo: ¡Menudo cambio!, una chica canaria en Eugene, Oregon.
Maite: Bueno si. Oregón era la universidad mas interesada y también el hecho de que estuviera Xavi, que sabía español y me podía ayudar fue un plus. Cuando visitas las instalaciones te das cuenta de que Estados Unidos está un paso por delante de España y muchos sitios de Europa, además de que el deporte universitario se vive muchísimo.
Mirando atrás, no me arrepiento. Es verdad que ha sido duro, pero es una experiencia que me ha ayudado a ser la jugadora y la persona que soy ahora.
Gustavo: Y como comentábamos antes, hay que tener en cuenta que llegabas a un programa en horas bajas.
Maite: Si, pero fíjate: cuando hice la visita me dijeron que para mi año junior/senior ya iríamos a una Final Four. Claro, a mí me parecía imposible con el nivel que había en ese momento. Pero no se equivocaron. Sabían a la gente que estaban reclutando y el equipo que querían montar.
Gustavo: Bueno Xavi, seguís trabajando, no solo sobre la pista, sino en los despachos, en los viajes para captar talento etc. y se empieza a formar el lío.
Xavi: Al año siguiente añadimos a Sabrina y Ruthy. Sabrina es quizá la mejor jugadora en la historia de la NCAA. Maite al 1 y Sabrina al 2, es una pareja muy difícil de repetir.
Ruthy fue nuestra 5 titular durante 4 años, una pívot muy especial. En aquel Draft, Sabrina fue la número 1, Satou la número 2 y Ruthy la número 8. Es posible que Sabally (the unicorn) se convierta en la mejor jugadora del mundo en 5 años.
El resultado: tres títulos de la PAC-12, grandes temporadas regulares, una Final Four…

El año en que perdimos a Maite, veníamos de ganar a Stanford de 40 en la Final del torneo de conferencia y justo esa semana se canceló el torneo de la NCAA por el Covid. Éramos el equipo favorito, pero no tuvimos la oportunidad de jugar el March Madness.
Gustavo: Además la repercusión fue impresionante
Xavier: Si, en Eugene, en el pabellón de la universidad de Oregón que tiene una capacidad superior a los 12.000 espectadores, en el primer año no venían ni 100 personas y en los últimos 2, no había entradas.
Gustavo: Y llegamos a esa Final 4 en Tampa Bay que trascendió las fronteras americanas y captó muchísima atención de los medios, también en España.
Xavier: Si, me sorprendió. Éramos los primeros españoles en llegar a una F-4.
Maite: Captamos mucha atención también en España. Todo el mundo quería saber que tal la experiencia.
Xavier: Las dos primeras rondas del torneo las jugamos en casa, en un ambiente increíble. En Sweet 16 y Elite 8 jugamos en el pabellón de los Portland Trail-Blazers y en ese momento todo el estado de Oregón estaba volcado con el equipo al punto que también el Moda Center se llenaba (unas 17.000 personas). Jugamos la final regional contra Mississippi State que era un auténtico equipazo (con Teaira McCowan). Fue uno de los mejores partidos que he visto, con aquel fabuloso triple de Maite para ganar.

Maite: Sabíamos que podía ser un año muy bonito y de hecho lo fue. Durante el Madness todos los partidos fueron muy duros y como dice Xavi, fue un extra jugar en Portland, que era casi como jugar en casa. Fue espectacular ganar aquel partido tan duro contra Mississippi State. Estábamos todas emocionadas porque íbamos a una Final Four.

Gustavo: Una Final Four de college basketball es difícil de definir.
Maite: Es algo…es que no sabría ni con que compararlo. Tal vez como una Copa del Rey aquí…pero es que tampoco. La repercusión, los preparativos… ¡una pasada!.
Xavier: Nos encontramos con Baylor en semifinales, que fue el equipo que acabó ganando el torneo y no conseguimos superarles. Sin embargo creo que nos preparaba para lo que venía al año siguiente. Una gran experiencia para ganar el año que nos tocaba, que pienso que era el año del Coronavirus.
Gustavo: En todo caso, competisteis frente a un programa muy importante.
Xavier: Si, pagamos un poco la inexperiencia. Estábamos encantados de estar en la F-4 y Baylor se lo tomaba más como: vamos a ganarla. La F-4 es un show: vas en avión privado, llegas y te ponen la alfombra, hay fiestas antes de los partidos etc. Existen muchas posibilidades de perder la concentración porque hay mucho jaleo y distracciones. Por eso es tan valiosa la experiencia. Hicimos un buen partido pero sabíamos que Baylor eran defensivamente excelentes. Hicieron un buen trabajo con Sabrina y no tuvimos el acierto exterior que necesitábamos. Tenían a Lauren Cox y Kelani Brown por dentro y era muy difícil para nosotros defender a las dos.
Maite: Es cierto que nos sacaban algo de ventaja en el juego interior y tenían mucha mas experiencia, pero luchamos con todo y no nos fuimos con la cabeza baja.
Gustavo: Maite, antes de dar por finalizada la etapa en Oregon me gustaría recordar una vez mas aquel momento tan emotivo en tu senior night.
Maite: Sabía que venían mis padres y uno de mis hermanos, pero tampoco sabía a que hora llegaban. Había muchas cámaras y me pareció un poco raro, pero bueno como siempre hay cámaras de por medio… luego me giré y vi a mi madre. Fui corriendo y entonces me di cuenta de que también estaban mi otro hermano, mi cuñada, mis sobrinos, mi tía y mi prima. No me lo esperaba para nada. Sobre todo mi sobrino que era más pequeñito. Claro, la emoción se apoderó de mí.
Atlanta y el sueño de la WNBA
Maite: Al día siguiente de jugar el último partido en college ya hablas con agentes para intermediar con los equipos. Fue el draft y no tenía ni idea si iba a ser elegida. Estaba viéndolo en el sofá de mi casa y recibí una llamada que me decía: Solo quería decirte que enhorabuena, te acabamos de draftear y en nada saldrá en la tele. Respondí: «Muchas gracias ya iremos hablando… y fue colgar y salió en la tele´´
Gustavo: ¿Tenías especial ilusión por jugar en la WNBA?
Maite: Sí, es otra experiencia mas y no es facil poder ir. Hice un buen año para poder ganarme «ese derecho» y tener esa oportunidad.
Año 2022
Gustavo: Xavi, volviendo al presente, un nuevo proyecto.
Xavier: Si, llegamos a Sacramento en el mes de Mayo, un poco tarde a la hora de poder confeccionar la plantilla de este año. Aún así, añadimos a Isnelle Natabou, nuestra pívot que vino de un Junior college y a Lianna Tillman, nuestra base titular que estaba en Pacific. También a Katie Peneueta, una freshman de Portland que es una 4 abierta que tira muy bien y Benthe Versteeg, holandesa, que no puede competir este año por tener un academic redshirt pero que el año que viene ya será elegible y una pieza muy importante de nuestro grupo.
El proceso de construir un equipo lleva tiempo, y este año nuestro objetivo es sacar el máximo rendimiento de todas y ganar el mayor número de partidos posibles. La clave es atraer talento para seguir construyendo el equipo.
El programa viene de perder durante muchas temporadas y el progreso respecto a la temporada pasada ya se puede apreciar. Intentaremos seguir mejorando para llegar a Marzo con opciones de ganar el torneo de la Big Sky y por qué no, participar en el March Madness.

Gustavo: Maite, en tu caso, una nueva temporada en Salamanca, con los mismos retos y la misma exigencia de siempre. El martes jugáis la madre de todos los partidos frente a Ekaterimburgo así que solo me queda desearte suerte a ti y al equipo, también para lo que resta de temporada. Muchas gracias por tu tiempo.
Maite: Así es, el partido de la jornada en la Euroliga. Gracias por todo.
Gustavo: Lo mismo para tí Xavi. Que se dé bien la temporada, suerte y salud.
Xavi: Gracias Gus, igualmente.
Extra Pass: Evidentemente son muchas la chicas que formaban parte del róster de Oregón durante aquellos años y no puedo acordarme de todas, aunque todas se lo merecen. Pero no puedo evitar una mención especial a Erin Boley. En palabras de Xavi: un chica increíble con una capacidad enorme para tirar y abrir el campo. Una parte muy importante del puzzle de la que a veces se habla poco.