Voy a tratar de explicar que es eso del NIL, ¿cobrarán los universitarios?
NIL es la abreviatura de Name, Image and Likeness, nombre, imagen y derechos de imagen o semejanza (por ejemplo la relación entre el logo de la NBA y Jerry West).
Este verano, a instancias del Consejo de la División I de la NCAA, la Junta Directiva adoptó una política interina para modernizar estos tres conceptos aplicados a los estudiantes-atletas universitarios con el objetivo de que se adapten a los nuevos tiempos.
Una vez aprobada, esta nueva legislación les permitirá obtener compensación económica por patrocinios de terceros relacionados con su actividad deportiva, sin participación de la escuela o la Conferencia.
El centro académico en ningún caso pagará a los estudiantes-atletas, no lo ha hecho en 116 años y no lo va a hacer ahora.
Pero si podrán obtener esas compensaciones como consecuencia de su actividad en redes sociales, nuevos negocios, entrevistas o apariciones personales sin participación institucional o el uso de marcas comerciales/logotipos. Permitidme un inciso para decir que hay jugadores en el instituto que ya tienen casi 4 millones de seguidores en Instagram.
Es decir, mi centro educativo me otorga una beca completa (tal vez 60.000 dólares si no hablamos de centros elitistas) gracias a mi habilidad al practicar un deporte y en contrapartida me exige el compromiso de estudiar, cumplir con los exámenes y acudir a las clases, siempre teniendo en cuenta las condiciones especiales propias de mi índole de estudiante-atleta (viajes, entrenamientos etc.). Pero si me llama Jimmy Fallon para intervenir en su programa, puedo llevarme un dinerito, si hacen una serie de cromos utilizando mi nombre y mi foto, puedo cobrar y si salgo en la portada de un videojuego mas de lo mismo. Se me permite contratar un representante para estos menesteres siempre y cuando lo notifique adecuadamente.
A veces me preguntan si las estrellas del college basketball estudian y si realmente van a clase. La respuesta es sí.
Primero, todo Dios tiene que mantener una media académica si no quiere perder la beca. Además, si tu entrenador es un tipo serio y creedme que suelen serlo no le hará ni pizca de gracia que los chavales le estén dando problemas en ese sentido. Como comprenderéis al Consejo Escolar de la Universidad de Duke se la trae al pairo quién es Paolo Banchero con todos los que han visto pasar por allí (premios Novel, Pulitzer etc.).
Pensemos también que los chicos que se matriculan en Wake Forest por ejemplo, no tienen por que hacerlo en la facultad de derecho o medicina, bastará con cursar un grado medio sobre psicología en el deporte o nutrición.
Otra cosa, cualquiera que haya ido a la universidad sabe que ir o no ir a clase no implica mayor o menor compromiso con los estudios. Solo hay que recordar lo sucedido el año pasado con las clases no presenciales durante la pandemia. No solo los atletas viven una situación excepcional durante su época universitaria, de hecho se pueden dar cientos de casos en los que alguien curse una carrera y por un motivo u otro no acuda regularmente al campus (benditos los apuntes fotocopiados de ese compañero con buena letra).
Además, jugar bien al baloncesto o al volley-ball no quiere decir que seas un cerebrín y algunos estudiantes lo que necesitan realmente son personas de apoyo que les ayuden a avanzar a su propio ritmo (cuanto mayor sea el programa al que acudas, más personal tendrás a tu disposición y mejor proparado). En estos casos pueden pisar menos el campus pero aún así, esto no es lo común.
Muchos entrenadores incluso se preocupan de sus chicos una vez que estos han decidido dar el salto a profesionales, les llaman y les insisten para que no dejen las clases, para que saquen tiempo…aunque esa suele ser una batalla perdida.
Volviendo al NIL
Todas las prohibiciones relacionadas con el entorno de reclutamiento permanecen en vigor y todo este asunto no puede afectar para nada la elección que tomen los estudiantes sobre a qué Universidad acudir.
La NCAA ha abierto una puerta a la espera de una legislación Federal y Estatal al respecto que seguramente se modelará el verano que viene con la perspectiva de lo que suceda en estos meses. Por el momento, estamos ante una solución provisional e incluso las escuelas y Conferencias pueden optar por adoptar sus propias políticas adicionales.
¿Por qué lo ha hecho? Porque le estaban apretando las clavijas. Que si Team Ignite, que si Overtime Elite League, los propios jugadores encabezaron una protesta durante los pasados torneos de Conferencia luciendo camisetas en las que se leía: “no soy propiedad de la NCAA”. El presidente Mark Emmert no pudo mirar hacia otro lado durante más tiempo cuando el negocio se vió amenazado.
Por último una reflexión: en la NCAA no todos son Zion Williamson o Chet Holmgren, a la gran mayoría esta normativa afectará poco o nada. Sin embargo, si pueden ganar un dinerito para enviar a sus familias creo que ya se lo merecen.Tal vez esto les haga replantearse permanecer un año mas en la universidad dónde al margen de conocimientos académicos aprenden otras muchas cosas.
Cuando ves a diez tíos como torres salidos de los barrios mas peligrosos del país, aguantar estoicamente las broncas de un entrenador que les pone la cabeza como un bombo, empiezas a entender de que va esto.
¿cobrarán los universitarios?