El Bam Adebayo que nos espera

El Bam Adebayo que nos espera

Bam Adebayo solo ha necesitado cuatro temporadas para establecerse como uno de los centers más versátiles y completos de la NBA. Importante a destacar, pues, a sus 24 años, su crecimiento no ha finalizado y este será clave en el camino hacia el éxito colectivo de los Miami Heat. El Bam Adebayo que nos espera.

El cuerpo técnico a las órdenes de Erik Spoelstra supo desde el primer instante el gran diamante en bruto que poseían tras seleccionar al nigeriano en la 14ª posición del draft de 2017, por detrás de jugadores como Dennis Smith Jr., Frank Ntilikina o Zach Collins.

Si bien es cierto que sus cualidades físicas marcaban el techo de aquella camada, sus limitaciones técnicas y discreto rango de juego invitaban a los principales portales de scouting a compararlo con big mens de medianías como Tristan Thompson, Kenneth Faried o Ed Davis. Unas previsiones que ahora podemos definir como extremadamente escépticas y conservadoras viendo el terreno recorrido por el jugador en menos de un lustro.

Por supuesto, haber recalado en un destino con una filosofía y cultura tan sólida y disciplinada ha impulsado esta evolución. La hoja de ruta seguida por los Heat estableció unos patrones de aprendizaje muy concretos y concisos: trabajar el perfeccionamiento de distintas facetas por separado de manera creciente en lugar de sobrecargar de conceptos muy específicos desde el primer momento. Con base en esta línea de trabajo, Adebayo ha ido añadiendo a su repertorio, de forma paulatina, distintos recursos como un rango de tiro cada vez más amplio, la creación de juego, el uso del bloqueo directo o fundamentos al poste bajo.

Lejos de ser la primera opción en ataque o cabeza visible de un proyecto, la mejor manera de definir el juego de Adebayo puede reducirse a dos conceptos bien conocidos: el de navaja suiza y el de pegamento del equipo. Precisamente, la principal fortaleza de la que emana su productividad es su condición de jugador complementario capaz de llenar esos vacíos o lagunas que las principales estrellas del equipo no abarcan. No es el máximo anotador ni el principal generador –y ahora probablemente lo será menos tras la llegada de Kyle Lowry– pero sí que cubre todos esos conceptos desde una postura secundaria aunque solvente. Salvo en defensa, donde sí resulta realmente diferencial, como demuestran sus dos últimas apariciones en los All-Defensive Team. Así, quizá a muchos nos viene a la cabeza el nombre de Draymond Green como perfil comparativo idóneo para Adebayo.

Adebayo aterrizó en la NBA como una prominente fuerza de la naturaleza que ha sabido redirigir para alcanzar una dimensión mucho mayor. Si bien su fortaleza física le permite imponerse a rivales de menor tamaño y músculo, dos de los principales ingredientes de su éxito residen en su versatilidad e inteligencia para leer las pautas del juego según transcurren los acontecimientos en pista. Detecta las ventajas, identifica las zonas con mayores posibilidades de éxito, localiza a sus compañeros y transforma todo ello en réditos positivos para su equipo con una gran velocidad y ferocidad. Esto lo convierte, de la mano de un motor interno incombustible, en un pilar fundamental del ataque que favorece el dinamismo y la fluidez del juego.

Los Heat no han contado con un base tradicional al uso, lo que hace de Adebayo una pieza crucial en el esquema ofensivo. Su valor reside en diversas representaciones tales como la inversión del balón, la línea de pase en una puerta atrás, la creación desde el poste alto o la apertura hacia un compañero en situaciones de pick-and-roll. Posiblemente una de sus principales jugadas marcas de la casa es su conexión con Duncan Robinson tras hand-off aprovechando el bloqueo directo del center para generar el espacio necesario para el tiro.

La adición de Lowry a la ecuación debería de amplificar la capacidad de Adebayo para explotar estas situaciones, pudiendo penetrar hacia canasta tras bloqueo directo y allí finalizar aprovechando su potencia física o abrir hacia un tirador.

Incluso puede emerger como creador principal en momentos puntuales, ya sea con Lowry en el banquillo o como tirador abierto aprovechando su efectivo tiro exterior. Adebayo es un sólido creador desde el poste bajo, pudiendo ampliar su rango hasta el perímetro.

Adebayo fue uno de los únicos cuatro centers de la NBA que superó una tasa de uso del 22% y un True Shooting Percentage del 60% durante la temporada 2020-21, uniéndose a Nikola Jokic, Joel Embiid y Domantas Sabonis. Una combinación de anotación y creación que se adapta perfectamente a los nuevos cánones del big men moderno que ha irrumpido con fuerza en una liga ligada al espaciamiento, el tiro exterior y la versatilidad.

Y si hablamos de carácter multi-disciplinar, impacto directo y polivalencia, su importancia dentro del sistema de Erik Spoelstra es todavía más valioso en defensa. Los hombres altos de la NBA se ven sometidos constantemente a cambios de asignación que los obligan a emparejarse en el perímetro con jugadores más rápidos y habilidosos.

Habitualmente, los equipos que optan por el switch tratan de romper la primera línea defensiva rival mediante missmatches en los que el jugador exterior rompa por velocidad y habilidad al hombre alto que asumió su marca. En el caso de Miami, Adebayo es capaz de marcar con garantías a cualquier jugador exterior. Su potencia física y desplazamiento lateral le permiten recular ante cualquier cambio de dirección para recuperar la posición. Todo ello, además, con un control de su cuerpo y del timing que se traduce en apenas 2,3 faltas por partido.

Mientras explota estas virtudes, el cuerpo técnico de los Heat ya ha establecido la nueva lista de deberes a completar con el objetivo de impulsar sus virtudes y corregir esos defectos que presenta su juego. En concreto, tres puntos de atención: ampliar su rango de tiro hasta el perímetro, asentar su defensa bajo el aro y corregir esos despistes defensivos que todavía sufre en marcas y cortes a canasta.

La plantilla de los Heat ha sido diseñada y perfeccionada por Pat Riley para ganar de inmediato. Los de South Beach ya se quedaron a las puertas del anillo en 2020 y esta nueva temporada volverán a la carga tras la decepción sufrida en los playoffs de 2021. Una parte importante de este camino hacia la gloria dependerá de hasta dónde sea capaz de continuar Adebayo su desarrollo. Los destellos que ha mostrado a lo largo de sus cuatro primeras temporadas son una clara evidencia de que su techo es muy alto. Un techo que también establecerá el propio de los Heat a corto y medio plazo.