El Futuro de Draymond Green

Ya han pasado unas semanas desde el incidente acaecido en un entrenamiento de pretemporada de los Golden State Warriors. Se supo que había habido una pelea, o al menos un conato, entre Draymond Green y Jordan Poole. Unos días después, se filtró un vídeo que conmocionó a todo el mundo. En él, se veía a Green dando un puñetazo en la cara a Poole, con una intensidad considerable. El futuro de Draymond Green.


Tras unos días con bastantes incógnitas sobre la resolución del problema, parece que el tetracampeón de la NBA pidió perdón a la estrella emergente de la Bahía de San Francisco y a todo el equipo, dejando el problema en una anécdota, al menos aparentemente. Draymond Green pudo disputar el último partido de pretemporada y ha empezado jugando con normalidad, como si nada hubiera pasado.
De todas maneras, el futuro de Green ha estado y probablemente siga estando en entredicho. Seguramente sea definido por cómo se desarrolle esta temporada a nivel individual y colectivo. ¿Están dispuestos los vigentes campeones a perder una de sus piezas clave?


Draymond Green, la navaja suiza del campeón


Sin ser un jugador conocido por su anotación, que es lo que normalmente llama más la atención al espectador, es un jugador clave. Su aporte en el rebote, la organización y la defensa han llevado la dinastía Warrior a otro nivel. Además, es de esos jugadores que da todo en cada partido. Aunque haya estado muchas veces rodeado de polémica, su intensidad contagiosa y sus intangibles no tienen parangón en la liga.


Sin ir más lejos, el año pasado Draymond Green lideró a GSW en asistencias, rebotes y casi en robos. Es cierto que la explosión de Wiggins y su inestimable ayuda en el apartado defensivo liberaron a Dray de parte de su trabajo. Con todo, el interior siguió siendo fundamental, ya que recordemos que es uno de los defensores más versátiles de la liga. Entre sus logros, tiene 7 presencias en los mejores equipos defensivos y un premio de Defensor del Año allá por 2017.


Si bien es cierto que llevamos una semana de regular season y hay que ajustar muchas cosas, el rendimiento defensivo de GSW no está siendo el deseado. Obviamente, conseguirán resolverlo y siguen siendo el rival a batir. Sin embargo, la hipotética pérdida de Green sería dura. Además de sus estadísticas, es uno de los líderes del vestuario desde hace ya años y un gran mentor para los jóvenes.


Su capacidad organizativa también es clave. Si bien Curry es un gran pasador y gente como Poole está aún por desarrollar en esa faceta, Draymond es un engranaje clave en una ofensiva admirada y temida por todos. Tener a dos de los mejores tiradores de todos los tiempos ayuda a generar asistencias, pero encontrar un pasador interior tan bueno es difícil. Si bien es cierto que el baloncesto moderno exige cada vez más esa habilidad, encontrar el adecuado no siempre es fácil.

La situación económica de Golden State Warriors, una bomba de relojería


Tras el incidente, se empezó a especular con posibles traspasos para Draymond Green. Esto aumentó cuando se confirmaron las renovaciones de Poole (140 millones por 4 años) y Wiggins (109 millones por 4 años). Estos dos han sido movimientos muy aplaudidos por los aficionados de los dubs, ya que son dos estrellas de presente y de futuro para mantener la hegemonía.


Sin embargo, la situación salarial de la franquicia se ve un poco comprometida. Draymond Green tiene una opción de jugador por un valor de unos 27 millones. En caso de aceptarla, los salarios del equipo subirían hasta una cifra estimada de 220 millones de dólares. Se estima que el límite salarial ascienda a los 160 millones, quién sabe si más tras las negociaciones del nuevo contrato televisivo.


Además, el complejo sistema financiero que rige la NBA permite a los equipos superar el límite salarial, aunque esto suponga tener que pagar en algunos casos el famoso luxury tax o impuesto de lujo. Este sistema, que penaliza a los equipos que superan el límite por una cantidad amplia y a los que repiten, podría perjudicar las arcas de la franquicia, que tendría que pagar una cifra en torno a los 500 millones de cara a la temporada que viene.


Bob Myers ha demostrado que no tiene problema en sacar la chequera para seguir con su dinastía y, mirando los números de los últimos años y las previsiones de futuro, estas cifras que dejan sin aire solo con pensarlas no serían un problema, al menos mientras la franquicia siga ganando. Los 4 anillos en 8 temporadas y la previsión de seguir compitiendo hacen de los Golden State Warriors la franquicia más rentable de la liga. Además, el traslado de Oakland a un centro neurálgico como San Francisco, uno de los grandes mercados estadounidenses, y su flamante nuevo estadio, han permitido un mayor crecimiento económico.


Además, hemos de tener en cuenta que la competencia en la liga es cada vez mayor, por lo que Draymond Green y compañía tendrán difícil continuar con su reinado, aunque si alguien ha demostrado su capacidad para hacerlo, son ellos. También es probable que, en 2024, los de San Francisco tengan que empezar a pagar el nuevo contrato de Klay Thompson, el de James Wiseman (número 2 del Draft de 2020 y pieza de futuro) y el del propio Green, si lo hubiere.

¿Draymond Green fuera de los Warriors?


Tras 10 años de éxitos, se hace impensable ver a Green con otra camiseta, al igual que pasa con Curry o con Klay. Tras ser un pick de segunda ronda, el dorsal 23 es el alma de la franquicia de moda. Sin embargo, está ante su último gran contrato (el verano que viene tendrá 33 años). Por ello, y según cómo vayan las cosas esta temporada, buscar una salida no está descartado del todo.


Evidentemente, un jugador como Draymond Green encaja en prácticamente cualquier equipo dada su gran versatilidad, por lo que es difícil prever hipotéticas opciones de futuro. Algunos equipos podrían ofrecerle un proyecto ganador y otros un contrato faraónico, de ahí que la clave sea encontrar el equilibrio.


Los rumores asociándose a Los Angeles Lakers no tardaron en aparecer. Si bien es cierto que la franquicia angelina no está en su mejor momento deportivo, en verano tendrán espacio para firmar a Draymond, aunque es cierto que casi no tienen jugadores asegurados para la temporada 2023-2024 y tendrían que aquilatar mucho con la gente que rodear a su particular Big 3. Sin embargo, el poder jugar con LeBron James en sus últimos años y la magia de la ciudad californiana es algo difícil de rechazar.


Jugar en Detroit sería una narrativa muy interesante. Draymond Green es nativo de Michigan e hizo su ciclo universitario en Michigan State, por lo que la posibilidad de ser profeta en su tierra es intrigante. Los Pistons llevan años alejados del éxito, pero las adquisiciones vía Draft de potenciales estrellas como Cade Cunningham, Jaden Ivey, Saddiq Bey o Jalen Duren, hacen que sea la apuesta de futuro para muchos aficionados. Si estos jóvenes siguen desarrollándose, pueden ser un problema en el Este de aquí a 2 años, con un proyecto similar al de Memphis Grizzlies, por ejemplo. Sin duda, alguien con tanta experiencia en Playoffs como Dray sería clave en ese hipotético proyecto. Además, encaja perfectamente en esa filosofía de Bad Boy que tantas alegrías dio a Detroit a finales de los 80 y principios del siglo XXI.


Además, en caso de pactar una marcha, los Warriors podrían intentar sacar alguna pieza a modo de intercambio para no quedarse con las manos vacías. Aquí entrarían en juego equipos con aspiraciones a hacer algo grande que busquen esa pieza clave. Podrían estar los Blazers (Jerami Grant), los Hawks (John Collins) o los Nuggets (Aaron Gordon). Parecen cosas difíciles de cuadrar, pero la mejor liga del mundo no se cansa de sorprendernos.
Lo más probable es que la franquicia californiana vuelva a competir hasta el final este año y quién sabe si ganar su quinto anillo en la última década. Para ello, necesitarán al mejor Dray y seguramente quieran mantenerlo, sin que el dinero sea un problema. Así, el devenir de esta temporada probablemente marque el destino de Draymond Green, cuyo futuro nunca ha sido tan desconocido.

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