FIN DEL CULEBRÓN: BUCKS CONSIGUE A LILLARD 

Aaron Nesmith

Desde que Damian Lillard pidiese el traspaso a finales de junio han pasado tres largos meses donde hemos visto a Alemania proclamarse campeona del mundial de basket y el desplome del Team USA. Al final ni Miami que llevaba esperándolo varios meses, ni Toronto, ni Chicago. Los Milwaukee Bucks se hacen con Damian Lillard en un traspaso a tres bandas que consta así.

  • Milwaukee Bucks recibe a Damian Lillard. 
  • Portland Trail Blazers recibe a Deandre Ayton, Jrue Holiday, Toumani Camara un pick de 2029 y dos swaps del 2028 y 2030. 
  • Phoenix Suns recibe a Jusuf Nurkic, Grayson Allen, Nassir Little y Keon Johnson. 

Milwaukee mata tres pájaros de un tiro

Tras la decepción de caer en primera ronda ante el octavo, vientos de cambio se aproximaban en la franquicia de Wisconsin, y los hubo en el banquillo. Mike Budenholzer dejaba Milwaukee tras cinco temporadas y llega el inexperimentado pero ilusionado Adrian Griffin para aportar ideas frescas al equipo. 

Aun así, esto parecía poco ya que los Bucks se encargaron de renovar a los jugadores que permanecían en plantilla como Khris Middleton y Brook López, parecía más de lo mismo, pero con otro nombre en el banco.  

A inicios de este mes de septiembre el proyecto Bucks parecía tambalearse con unas declaraciones de Giannis en las que decía que ahora mismo no estaba pensando en firmar una extensión y que quería estar en un equipo candidato, mensaje entre líneas para que la franquicia actuase. 

Con ello también se le juntaba la extensión de contrato de Holiday, que acaba en 2025 de la que el jugador quería seguir, pero para la franquicia era el gran activo para mover por cualquier jugador potente que cambiar la mala dinámica de los pasados playoffs. 

Pues dicho y hecho, con este traspaso, Milwaukee consigue un jugador élite ofensivamente que puede cambiar la dinámica del equipo, del gusto personal de un Giannis Antetokounmpo que no puede recriminar nada a una gerencia que hace todo lo posible para que esté contento (posible futura extensión a la vista) y se quitan del dolor de cabeza de renovar a un jugador ya que Lillard tiene contrato hasta 2027. 

Portland consigue su ansiado pívot y se va a seguir moviendo

Aunque en junio todos teníamos claro que Miami era el favorito para conseguir a Lillard, había un gran problema con los Portland Trail Blazers. La confección de plantilla de los de Oregon, donde todo el talento joven (Simons, Sharpe y Henderson) se aglutina en los guards. Traerte a otro exterior joven con proyección no era lo que más le agradaba a un Joe Cronin que gracias a los insiders daba pistas del típico de jugador que quería recibir por Lillard, DeAndre Ayton. 

Y tiene sentido, Ayton es joven, 25 años, y ha sido infrautilizado en los Suns, aparte que el bahameño estaba descontento con la franquicia. Aun así, era complicado conseguirlo porque a priori no parecía haber piezas que interesaran a Phoenix y ponerse de acuerdo entre tres, es más difícil que ponerse de acuerdo entre dos. Suerte que en Phoenix gustaba Nurkic y algún joven que en Arizona puede encajar bien como rotación. Y se hizo el cambio. 

Aparte de Ayton y rondas, los Blazers tienen algo que resolver, el futuro de Jrue Holiday. El combo guard de Bucks tenía que entrar en el traspaso por salarios, pero su futuro en los Blazers pinta a que va a durar menos de una semana, ya han avisado que van a seguir moviéndose. El base es una pieza más que apetecible para cualquier contender que tenga problemas en la línea exterior por lo que va a tener muchos pretendientes. Si consiguen hacer buen negocio Blazers se puede plantar con 5 o 6 rondas en total (las 3 recibidas por Dame y otras dos o tres por Jrue) y a DeAndre Ayton. 

Lo de Phoenix tiene sentido

Si bien conseguir tres piezas de rotación por un pick uno del draft que ha tenido picos de rozar rendimiento All Star es bastante pobre, los Suns necesitaban hacer este traspaso. 

Desde mayo de 2022, Ayton estaba a disgusto en la franquicia, muchas fricciones con gerencia, cuerpo, técnico y compañeros y mal desempeño en pista. Dando la sensación de que la cosa no iba con él. Esto hace que su valor baje a gran escala, y más con un contrato alto. Cada día que mantuvieses a Ayton era un día que perdía más valor de mercado, a parte Phoenix tenía una plantilla muy descompensada, pocas piezas defensivas y muy veteranas. 

Con la llegada de Grayson Allen y Nassir Little consigues dos jugadores de 27 y 23 años, físicos, que lo que más te van a aportar es defensa en las alas. Keon Johnson todavía es un proyecto de 21 años donde al igual que los dos mencionados anteriormente su punto fuerte es su capacidad física de defender varias posiciones. 

El problema de este trade está en Nurkic. Desde que el gigante bosnio se rompiese tibia y peroné en 2019 solo ha jugado 153 partidos en cuatro años. Menos de un 40% de los encuentros. Además, es un jugador que no encaja en lo que puede buscar Phoenix, un interior más móvil y más versátil. Por otro lado, las dos últimas temporadas de Jusuf se ha perdido partidos justo en el momento en el que Blazers decidió tankear por lo que no está roto, y si recupera mínimamente el nivel es un contrato traspasable a futuro, cobra 16 millones, que con el nuevo convenio es poco. 

Miami Heat, el gran perdedor 

Parecía hecho con Lillard, como parecía hecho con Mitchell en 2022, y con Durant en 2023. Otra vez los Miami Heat se han quedado a las puertas de reforzar a Butler y los suyos con un jugador de calibre All Star. Los de Florida han debilitado más si cabe la plantilla dejando marchar a Strus y Vicent solo por confiar en que Portland aceptaría las plegarias de su estrella y no ha sido así. 

Aparte de ello tienes jugadores descontentos como Tyler Herro que era la pieza que Miami metía en todas las ofertas de traspaso por Dame, o Jimmy Butler, otra vez decepcionado por no traerle jugadores de nivel a su lado. 

Esta historia me recuerda un poco a los Knicks con Mitchell el año pasado, estar dos meses hablando de la llegada del hijo pródigo y en un par de día que otro equipo te lo quite. La diferencia es que Knicks hizo todo lo posible por conseguir a su jugador mientras que Danny Ainge nunca aceptó. Aquí la sensación es que Miami no ha dado todo por Lillard, no se ha puesto en contacto con un tercer equipo como ha hecho Bucks para acelerar el traspaso sabiendo que Portland quiere a Ayton, no has hecho nada, solo esperar, y esperando se te comen las moscas.