En 1875, William Ernest Henlei escribió un poema titulado Invictus. El poema poco o nada tiene que ver con el significado que posteriormente se le ha dado, puesto que Henlei lo escribió en el hospital mientras se recuperaba de un tratamiento destinado a salvar la pierna que aún conservaba. Durante los 27 años que Nelson Mandela estuvo encarcelado en su minúscula celda, el poema de William Ernest Henlei le sirvió de mantra para mantener la fe y la fuerza. Henlei y Mandela compartían la idea de mantenerse invictos en la locura.
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
Invictus. William Ernest Henlei
En “El factor humano” de John Carlin, libro que sirvió de inspiración a Clint Eastwood para la película Invictus, Mandela entrega una copia del poema de Henlei al capitán Pienaar. En realidad, Mandela le entregó «The Man in the Arena», un discurso que Theodore Roosevelt dio en la Sorbona en 1910.
“…quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso, y quien en el peor de los casos, si fracasa, al menos fracasa atreviéndose en grande, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.”
The Man in the Arena. Theodore Roosevelt
Más de 80 años de locura
En 1939 se disputó el primer torneo y los Oregon Webfoots (en esa época aún no eran los Ducks) fueron los campeones. Era un torneo bastante pequeño que fue disputado solamente por ocho universidades.
Durante más de 80 temporadas de la NCAA, veinte equipos acabaron la regular season con su casillero de derrotas inmaculado. Y de esas veinte universidades, solamente siete (de momento) han conseguido terminar invictos en la locura de marzo
Curiosidades de los invictos.
En 1968, St. Bonaventure y Houston hicieron una temporada regular invictos. St. Bonaventure cayeron en el Sweet 16 mientras los Cougars acabaron perdiendo las semis y el partido de consolación, que actualmente ya no se juega.
En 1971, Pennsylvania y Marquette, también acabaron invictos en la temporada regular. Pero ninguno de los dos llegaron a la Final Four.
Rutgers, en 1976, llegó invictos a la Final Four y palmaron contra Michigan y también la final de consolación. En cambio, Indiana llegó a la final y ganaron el campeonato.
La Indiana State de Larry Bird hizo una temporada perfecta, salvo por la derrota en la final contra la Michigan State de Magic Johnson.
Campeones invictos
1956 San Francisco 29–0 Ganaron el torneo contra Iowa
1957 North Carolina 32–0 Ganaron el Madness a Kansas
1964 UCLA 30–0 Conquistaron el Madness contra Duke
1967 UCLA 30–0 Ganaron contra Dayton
1972 UCLA 30–0 Campeones contra Florida State
1973 UCLA 30–0 Campeones de nuevo contra Memphis State
1976 Indiana 32–0 Ganaron el torneo a Michigan
San Francisco Dons 1956
K.C. Jones, y Bill Russell. Los Dons venían de ganar el campeonato el año anterior y en esas dos temporadas encadenaron 52 victorias consecutivas. Las futuras leyendas de los Celtics fueron las estrellas de esos dos campeonatos. Los invictos del Madness del 56 tenían un punto romántico porque la mayoría del equipo habían nacido y/o crecido en la Bahía. Jones y Russell eran tan superiores que no tuvieron rival, era una pareja clásica y continuaron su leyenda en su paso a la NBA
North Carolina Tar Heels 1957
El 24 de junio de 1995, en el Ellis Park de Johannesburgo, Francois Pienaar alzaba la Webb Ellis Cup de manos de Nelson Mandela. La escena mítica que tan bien fue representada por Morgan Freeman y Matt Damon en la película de Clint Eastwood, fue la culminación de una carrera durísima deportiva, social y política en la que Sudáfrica se mostraba al mundo como un país unido tras los terribles años del Apartheid.
Los Springboks superaban a la todopoderosa Nueva Zelanda del mítico Jonah Lomu en un partido disputadísimo y que Sudáfrica se llevó tras un magnífico drop de Stransky a siete minutos del final de la prórroga. Los Springboks acabaron invictos en la locura conquistando su primera Copa del Mundo de Rugby y lo hacían ante el mejor equipo del mundo y contra uno de los mejores jugadores de la historia del oval. Pues resulta que son bastante las similitudes con la North Carolina de 1957.
En Chapel Hill solamente hay unos invictos en la locura
North Carolina conseguía su primer campeonato después de haberse quedado a las puertas once años antes y que no volverían a ganar hasta 1982 cuando en los Tar Heels había algún que otro jugador que igual nos suena. Por ejemplo, en esa North Carolina del 82, el Most Outstanding Player del torneo era un junior (tres años antes del golpe que le haría ponerse esas gafas tan molonas) llamado James Worthy. También estaba Sam Perkins en su segundo año. Pero sobre todo el que llamaba más la atención y acapararía todos los focos futuros era el freshman del año en la ACC, Michael Jordan.
“El mejor partido de la historia”
Como reza el título del libro de Adam Lucas: “El mejor partido de la historia: Cómo los Tar Heels de Frank McGuire ganaron a la Kansas de Wilt Chamberlain y revolucionaron el baloncesto universitario. En el libro de Lucas, se cuenta como Lennie Rosenbluth en pretemporada ya había avisado que iban a ganar el campeonato ese año. Lo que el senior de los Tar Heels no había vislumbrado en su bola de cristal era que iban a terminar siendo los invictos de la locura y que en la final iba a superar a la Kansas del todopoderoso Wilt Chamberlain. De hecho, el gigante de los Jayhawks fue nombrado el jugador del torneo pese a acabar derrotados en un partido antológico.
Como bien cita Adam Lucas en su libro, es el mejor partido de la historia (por lo menos hasta 2006 que fue publicado) y fue una final que se decantó del lado de North Carolina tras tres prórrogas. Motivo extra para llevarse el premio de invictos en la locura. Este partido entre una North Carolina plagada de humanos contra la Kansas del extraterrestre Chamberlain que acabaron la temporada con tres partidos perdidos. La verdad es que esa final y esa historia de ambos equipos parece tener un guión similar al que nos encontramos en 2021 con un equipo invicto contra un equipo que también se planta en la final con dos derrotas. Son historias muy parejas, salvando las distancias con las plantillas de los contendientes de 2021.
La dictadura de UCLA.
Entre 1964 y 1975, los Bruins ganaron 10 campeonatos. En esos 12 torneos, solamente UTEP (Universidad de Texas El Paso) en 1966 y North Carolina State en 1974 fueron capaces de superar. Así como los Miners no se cruzaron con los Bruins porque los de Los Angeles habían hecho una temporada bastante humana y carecían de grandes estrellas como habían tenido y tendrían en las temporadas siguientes.
La estrella absoluta era el mítico entrenador John Wooden. En cambio, el Wolfpack que se llevó el Madness en 1974 sí que se cruzaron con los Bruins. North Carolina State superaron a UCLA en las semifinales nacionales. Los campeones contaban en sus filas con David Thompson, uno de esos jugadores que saltó desde los Nuggets de la ABA a los Nuggets de la NBA. Pero lo más impresionante de esas semifinales nacionales fue la constelación de estrellas de los Bruins. Además de Bill Walton y Jamaal Wikes, UCLA tenían a seis futuros NBA más.
Los invictos en la locura de 1964 que pudieron no serlo
Volviendo al mundial de rugby del 95, una de las mayores controversias del torneo fue la semifinal entre Sudáfrica y Francia. El partido se disputaba en Durban, una ciudad con un clima bastante húmedo y en el cual las tormentas son bastante habituales. El problema era que la tormenta fue tal que el comienzo del partido tuvo que retrasarse más de una hora. Tan fuerte era la tormenta que el partido estuvo a punto de cancelarse y, en caso de que se hubiese hecho, Francia habría sido el equipo en avanzar a la final.
Esto se debía a que la normativa de World Rugby decía que, en caso de situación similar, el equipo con más faltas sería el equipo eliminado. Algo que caracterizaba (y a día de hoy también) a los Springboks era su juego duro y, aunque John Carlin y Clint Eastwood obviaron este dato, Sudáfrica estuvo a punto de quedar eliminado de su mundial y la historia habría sido muy diferente.
En el caso de UCLA y los invictos en la locura de 1964, John Wooden formó un equipo ganador, una apisonadora con Gail Goodrich, Walt Hazzar, Jack Hirsch y Keith Erickson; un bloque veterano con juniors y seniors. Ya no es solamente por las treinta victorias seguidas si no porque veintidós de ellas fueron por encima de ochenta puntos. Los únicos que pudieron frenar el abuso ofensivo de los Bruins fueron los Golden Bears de la Universidad de California, que los secaron y los dejaron en unos míseros 58 puntos. Ese partido contra Cal y uno contra Stanford fueron los partidos más ajustados y que más cerca estuvieron de romper la racha de la todopoderosa UCLA.
Y en 1967 apareció la leyenda
En esa época, los jugadores freshman formaban parte del equipo, entrenaban pero no podían jugar los partidos. Eso quiere decir que la temporada 1966/1967 era la temporada sophomore de Lew Alcindor. Las expectativas eran tan altas con el neoyorkino que incluso se le adjudica el mérito de que la NCAA prohibiera los mates en la competición aunque la liga nunca reconoció que esa prohibición fuese por Kareem.
Vamos al tema. UCLA ganó los treinta partidos de esa temporada de manera abusiva con un Kareem (aunque de aquellas aún se llamaba Lew Alcindor me referiré a él como Kareem por respeto y porque la camiseta retirada en UCLA está a nombre de Abdul-Jabbar) que era infinitamente superior al resto de chavales contra los que competía.
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
le doy gracias a los dioses que pudieren existir,
por mi alma inconquistable.
Invictus. William Ernest Henlei
1972, continuando con una racha imparable
En la temporada anterior comenzaron una racha de victorias que se alargaría durante 89 partidos, lo que vienen siendo tres temporadas. El mítico equipo de los Bruins contaba con Bill Walton, Jamaal Wikes y Henry Bibby en sus filas.
En las garras de las circunstancias,
no he gemido, ni he llorado.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada jamás se ha postrado.
Invictus. William Ernest Henlei
La racha imparable continuó en 1973 (y un poquito más)
Casi el mismo equipo, continuación de la racha. Al igual que a otros equipos de la todopoderosa UCLA de esos años, los partidos contra los equipos de la Bahía de San Francisco son los que menos puntos anotan.
Más allá de este lugar de ira y llantos,
acecha la oscuridad con su horror,
Y sin embargo la amenaza de los años me halla,
y me hallará sin temor.
Invictus. William Ernest Henlei
Indiana 1976, los Hoosiers que más se parecen al de la película.
Hasta el momento son los últimos invictos en la locura.
En la 5ª temporada del mítico Bobby Knight, los Hoosiers consiguieron ganar el campeonato y de la manera más aplastante posible, puesto que terminaron invictos en la locura.
En el mundial de rugby de 1995, Sudáfrica comenzó el torneo contra Australia, los vigentes campeones y uno de los grandes favoritos a levantar de nuevo la Copa Webb Ellis o, por lo menos, a llegar a la final. Pues los Wallabies comenzaron su defensa del título con una derrota bastante dura en el partido inicial del torneo, mermando sus posibilidades de revalidar el título.
Los Hoosiers empezaron la temporada como primeros del ranking de pretemporada y el inicio de temporada ya fue duro. El tip-off fue contra UCLA, que defendían título y estrenaban entrenador tras la marcha del mítico John Wooden tras 27 temporadas dirigiendo a los Bruins. Pues el estreno de Gene Bartow con UCLA no fue nada agradable, con una paliza sideral de 20 puntos de diferencia que sería el preámbulo para el partido que los volvería a enfrentar en la semifinal nacional en la que Indiana superó a UCLA con un poco menos de facilidad.
El estilo de juego y de entrenamiento de Indiana, retratado parcialmente en Gene Hackman como entrenador del Instituto Hickory (Milan) en la película Hoosiers que comentamos en los Puretas en febrero, estaba basado en no tirar hasta haber dado un mínimo de cuatro pases. El equipo de Knight era un absoluto equipo de ensueño y su quinteto al completo llegó a la NBA.
Gonzaga 2021, los (casi) invictos en la pandemia
Los Bulldogs terminaron la temporada regular con un resultado inmaculado y alcanzaron la Final de la NCAA por segunda vez en su historia. La temporada de Gonzaga fue aplastante, con un juego digno de cualquiera de los campeones anteriormente citados. Aunque Timme está arrasando en el Madness, todos hemos disfrutado de la temporada de Corey Kispert y, sobre todo, de Jalen Suggs. El base de Minnesota se hizo viral tras la canasta ganadora sobre la bocina casi desde medio campo. Pero los aficionados del baloncesto universitario ya conocíamos las peripecias de este tremendo jugón con trazas de reventar la liga de los chicos grandes.
Los Bulldogs pudieron acabar invictos en la locura, aunque con lo que nos quedaremos de su temporada es con el juego excelso que desarrollan y que ya han hecho grandes a la universidad que vio crecer al gran John Stockton. Gonzaga se ha quedado a las puertas del título porque delante tenían a un equipo que supo cerrar todas las vías de entrada de los Bulldogs y que los aplastó desde el tip-off. Gonzaga no ha podido entrar en el club de los invictos en la locura porque Baylor fue mucho mejor, aunque los de Spokane nos han deleitado con una temporada impresionante. No es fácil reinar en la locura de marzo puesto que no existe equipo pequeño y la presión de jugar partidos exigentes continuamente es muy dura. Por eso debemos valorar a cualquier campeón de la NCAA y, más aún, valorar los invictos en la locura.
No importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuántos castigos lleve a mi espalda,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
Invictus. William Ernest Henlei