El 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. En 1989 la UNESCO estableció esta fecha de celebración debido a la cercanía de los fallecimientos de Williams Shakespeare y Miguel de Cervantes. Aunque siempre nos hayan contado que los dos genios de la literatura perecieron el 23 de abril de 1616, esta afirmación es falsa. Ya que Cervantes murió el 22 de abril y Shakespeare el 3 de mayo. Pero en el calendario juliano –vigente en la época del autor de Macbeth– la fecha de fallecimiento es el 23 de abril. Pues un 23 de abril pero de 1989, jugó su último partido de temporada regular la leyenda de UCLA, Bucks y Lakers. Se retiró Kareem Abdul-Jabbar como máximo anotador de la historia de la NBA. Aún jugaría quince partidos más de playoffs esa temporada pero la cifra de regular season se frenó ese 23 de abril. Pero, ¿Cuándo se convirtió Kareem en el máximo anotador de la NBA?
Kareem Abdul-Jabbar máximo anotador de la historia
Después de veinte temporadas en la NBA. 1559 partidos después de aquel 18 de octubre de 1969, Kareem se despedía de la temporada regular en el Forum contra los Seattle Supersonics. Con 42 años y 7 días, cabeza afeitada para ocultar una coronilla carente de pelo y un bigotito muy ochentero; Abdul-Jabbar se despedía de la liga. No sería su último partido pero los Lakers querían honrar a su leyenda y leyenda de la liga. Sentado en una silla mecedora de madera acorde a su estilo bohemio e intelectual fuera de las pistas, Kareem fue homenajeado en su casa.
Durante toda la temporada la leyenda fue recibiendo homenajes en todas las canchas. Muy emotiva para su familia fue la despedida del Madison Square Garden el 22 de noviembre. La cancha donde siempre soñó jugar pero en la que no le quisieron cuando él mismo se ofreció. Triste fue la no despedida de Milwaukee, ya que el partido contra los Bucks fue uno de los 8 que no pudo disputar esa última temporada en la que las piernas le daban lo justo y necesario.
En su partido 1560 jugó 26 minutos y anotó 10 puntos para dejar su marca en 38387 puntos que parecían inalcanzables y que 34 años después Lebron James va a superar. Ya habían pasado cinco años desde que Kareem Abdul-Jabbar era el máximo anotador de la historia de la NBA pero el cuentakilómetros se paró en esos 38387 puntos.
La historia de los 38387 puntos
Cuando Lewis Alcindor llegó a la NBA como pick 1 del draft de 1969 y tras tres temporadas históricas en UCLA, nadie dudaba de que iba a ser un jugador histórico. Antes de su debut en el hoy pabellón de los Milwaukee Panthers el 18 de octubre ya era una estrella. Había sido portada de Sports Illustrated y diez días después de su debut con los Bucks la mítica revista volvería a llevarlo a su portada para darle la bienvenida a la NBA. Aunque tampoco se esperaba que Kareem Abdul-Jabbar fuese el máximo anotador de la historia de la NBA.
Las comparaciones son odiosas pero siempre se repiten. Y teniendo en cuenta que Bill Russell se había retirado meses antes consiguiendo su undécimo anillo, Lewis Alcindor llegaba para recoger el testigo del jugador que más admiraba junto con Wilt Chamberlain. El propio Kareem siempre insistió en que una de las pocas cosas que no pudo conseguir como jugador, fue enfrentarse a su ídolo por unos pocos meses.
En su debut en la liga contra los Pistons en Milwaukee, Alcindor jugó los 48 minutos y anotó 29 puntos, cogió 12 rebotes e hizo 5 asistencias. Lewis dejaba claro que no venía a la NBA de relax. Lewis vivió la mitad de su carrera sin la existencia del triple. Y sus últimas diez temporadas, en la que convivió con la anotación de larga distancia, tampoco le hizo mucho caso. Kareem anotó un triple en veinte temporadas de dieciocho intentos. Es decir, su carrera en temporada regular son 38384 puntos si le quitamos su único triple anotado.
Los Angeles – Milwaukee – Los Angeles
Amante y nostálgico de su New York natal. Viviendo con la esperanza de alguna vez jugar de local en la Gran Manzana, acabó viviendo lo más alejado posible de New York. Aunque al terminar el instituto estaba deseando marcharse a Los Angeles y cuando volvía en verano a Harlem se sentía extraño en su casa, su apego seguía presente.
Los primeros años en el sur de California era feliz pero conforme se iba forjando su carácter intelectual y se iba formando su ideología y pensamiento, consideraba que la sociedad angelina era falsa e hipócrita. En Milwaukee en cambio comenzó detestando a sus vecinos y a la ciudad porque no le aportaban el nivel cultural e intelectual que Los Angeles y New York le daban. En cambio acabó marchándose de Wisconsin adorando a sus conciudadanos y a la afición de los Bucks por su lealtad y amor al equipo.
Y cuando llegó el momento de salir de Milwaukee, tenía la esperanza de que volvería a New York pero los Knicks no lo quisieron. Volvió a Los Angeles y se reconcilió con la ciudad. Su carácter agrio y arisco con la prensa no ayudó a su imagen. Y aunque hoy tengamos una imagen de él muy positiva, era uno de los jugadores más azotados por la prensa hasta que la eterna sonrisa llegó a Lakers en 1979.
No pudo jugar contra su ídolo y amigo Bill Russell. No pudo compartir vestuario con su amigo e ídolo Wilt Chamberlain en Los Angeles. Incluso estuvieron muchos años enfadados y sin hablarse por ciertos enfrentamientos en la cancha y ante la prensa. Pero su carrera es intachable.
Tres vidas en una
En los años 60 el paso por la NCAA era innegociable –salvo por casos como el del propio Chamberlain– durante cuatro años. Para colmo el primer año era de formación pura y no jugaban, lo que implica que solamente cuentan y suman los tres últimos años. Por lo tanto, Alcindor debutó en la NBA con 22 años y 185 días. Si sumásemos su carrera en NBA y NCAA, Abdul-Jabbar jugó:
- 88 partidos en college y anotó 2325 puntos
- 1560 partidos en temporada regular y anotó 38387 puntos
- 237 partidos de playoffs y anotó 5762 puntos
- Un total de 46474 puntos en 1885 partidos
Las comparaciones con cualquier jugador actual o futuro son absurdas por los cuatro años en college, de los que solo cuentan tres; porque los playoffs de antaño no tenían el mismo volumen de partidos que en la actualidad y porque el triple se instauró en la temporada 1979/1980. Pero para todos aquellos que quieran tener argumentos para enfrentamientos absurdos Kareem vs Lebron, siempre pueden usar el argumento de que Kareem suma más puntos si cogemos su anotación de college, temporada regular y playoffs. Es una discusión sin sentido ya que son dos épocas distintas. Pero el padre tiempo pronto eliminará a Kareem Abdul-Jabbar como máximo anotador de la historia.
Kareem y Wilt
Las hazañas de Lewis Alcindor en el instituto fueron labrando una reputación de futura estrella con repercusión nacional. En Harlem era más que conocido en las canchas por las que, esporádicamente, se pasaba un estrellón de la NBA como Wilt Chamberlain. El gigantón se fijó en el espigado adolescente y quiso acogerlo en su entorno y mentorizarlo. Wilt acabó convirtiéndose en amigo de Lewis con el rango del hermano mayor que nunca tuvo Alcindor. Pese a la oposición de la madre de Lewis por la ya conocida fama de mujeriego de Chamberlain, la relación fue creciendo hasta niveles totalmente fraternales.
Pero con el paso de los años Lewis fue convirtiéndose en la nueva sensación de la NBA y los enfrentamientos en temporada regular y playoffs entre ambos eran cada vez más habituales. Hasta ahí nada se sale de lo normal entre dos amigos que tienen que enfrentarse en la cancha. Wilt incluso pidió a los Lakers que se hiciesen con Kareem años antes de éste acabase recalando en el Forum. Pero en una de esos enfrentamientos de playoffs, Kareem dejó a Chamberlain totalmente en evidencia ante todo el universo NBA, el discípulo se comió al maestro y eso no gustó a Wilt. La relación se enfrió hasta el punto que se hizo irreconciliable y Chamberlain falleció en 1999 sin haberse arreglado con Kareem.
Cuando Kareem superó el récord de Wilt
La temporada 1983/1984 estaba en su recta final. Los Lakers jugaban su 76º partido de la temporada contra los Utah Jazz. El partido se jugaba en Las Vegas ya que los Jazz esa temporada planificaron once partidos en el pabellón de la UNLV. Nunca pensaron que ese partido de principios de abril contra los Lakers iba a pasar a la historia. De haberlo sabido quizás habrían buscado jugar ese partido en Salt Lake City.
Los Lakers necesitaban ganar esos últimos partidos de temporada para asegurarse el liderato de la conferencia. Los Blazers les pisaban los talones con cuatro victorias menos. Y los Jazz necesitaban la victoria para intentar quedar por encima de Portland, ya que el récord de Lakers era casi inalcanzable aunque no imposible. Por lo tanto, ese partido del 5 de abril de 1984 fue un partido muy importante para ambos y muy competido.
10 años para superar los 31.419 puntos de Chamberlain
Pero en la previa los focos se los llevaba Kareem Abdul-Jabbar porque estaba a 20 puntos de igualar el récord de anotación de Wilt Chamberlain y colocarse como máximo anotador de la NBA. La comparativa entre los que en otro tiempo habían sido hermanos llenaba los minutos previos al comienzo. Wilt Chamberlain llevaba más de 10 años retirado y había parado su “cuentakilómetros” en 31.419 puntos. Con 36 años y 219 días anotó un punto en su último partido con los Lakers en el 82º partido de la temporada 1972/1973.
Por otro lado, Kareem casi con la misma edad –36 años y 355 días– calentaba en la cancha mientras Chick Hearn –actualmente con su “camiseta” retirada en el pabellón de Lakers y con una estatua en el exterior– también calentaba la previa anunciando que Kareem llevaba 32.399 puntos y que solo con 20 más igualaría a Wilt.
Chamberlain había necesitado 14 temporadas y 1.045 partidos para llegar a esa cifra. Mientras que Kareem jugaba su 15º temporada y jugaba su partido número 1 166 de temporada regular. Y si vamos a hacer una comparación a la mínima expresión, Chamberlain necesitó 47.859 minutos, mientras que Abdul-Jabbar lo consiguió en 45.625.
18.389 testigos vivieron in situ el momento histórico
El pabellón de la UNLV estaba lleno hasta los topes. 18.389 personas abarrotaban el Thomas and Mack Center. Es curioso que fuese la máxima asitencia a un partido de los Jazz desde que la franquicia habían dejado New Orleans para irse a Salt Lake City. El por entonces pabellón de los Jazz tenía un aforo de menos de 13.000 personas. Pero Las Vegas se llenó ante la expectación del récord de Kareem. El propio comisionado Stern en su primera temporada en el cargo estaba en el pabellón consciente de la más que posible hazaña de un jugador que iba a ser legendario y ante un récord que él no viviría para verlo batir.
Desde el comienzo del partido Kareem jugaba en casa. Cada vez que el balón se acercaba a Abdul-Jabbar, el público se levantaba de su asiento y animaba a la estrella de los Lakers. Inadvertidos ha pasado la anotación a pase de Worthy que empataba el récord de Chamberlain con un mate fácil de Kareem. Y llegó el instante mágico.
Un instante para la eternidad
Faltaban 8:53 para el final del partido. Magic Johnson cogió la bola en el perímetro, vió a Kareem cerca de la pintura defendido por Mark Eaton. Intercambiaron miradas y Earving no dudó en pasarle la bola al lugar de siempre (del lado donde no tenía al defensor). Eaton se echó encima de Kareem y Ricky Green salió en ayuda de Eaton. A poco más de 3,5 metros y separándose ligeramente de la línea que delimitaba la zona, Kareem saltó, alargó su largo brazo al cielo, ejecutó su mítico skyhook y la pelota entró limpiamente en la canasta.
Chick Hearn se volvió loco en la transmisión. Los 18.389 asistentes se levantaron de sus asientos para corear a Kareem. Toda la plantilla y staff de los Lakers se tiraron sobre Abdul-Jabbar. Con lágrimas en los ojos, la madre de Lewis Alcindor se abrazaba a su hijo. Su padre –frío e impasible como siempre– le hizo un gesto “cariñoso”. El partido se detuvo para honrar a la nueva leyenda porque Kareem Abdul-Jabbar ya era máximo anotador de la historia de la NBA.
El partido continuó pero Kareem rehusó anotar más tiros. Había que ganar el partido porque, como ya hemos comentado, había mucho en juego. Por lo tanto, Abdul-Jabbar pese a que el público le animaba a aumentar su cifra, asistía a sus compañeros para que anotasen los puntos. Es decir que Kareem como siempre hizo, evitó por todos los medios ser el protagonista (aunque evidentemente lo era) y siguió jugando el partido para el equipo. Hasta el día más importante para la NBA con Kareem como protagonista, él quiso evitar los focos. Genio y figura.
Kareem Abdul-Jabbar máximo anotador de la historia
Con Kareem Abdul-Jabbar ya como máximo anotador de la historia de la NBA, David Stern como si de una entrega de trofeos se tratase tomó el micrófono y quiso remarcar la importancia histórica del momento. Stern siempre supo elegir sus palabras en momentos clave y en esta ocasión dijo micro en mano: “Los jugadores de la NBA son los más grandes del mundo. Y Kareem, tú eres el más grande”. Con la timidez que siempre caracterizó al dueño del Skyhook y con su habitual parquedad de palabras respondió a Stern y a la multitud: “Es duro decir algo después de todo lo que se ha dicho y hecho”. Volvió a abrazar a sus padres y concluyó con una cita islámica: “Que Dios los bendiga y guarde a todos”. El partido se continuó jugando.
En la actualidad y pese a que Kareem ha sido muy crítico con Lebron en múltiples ocasiones en relación con la implicación social y la justicia social, es claro y evidente que Abdul-Jabbar va a estar en el pabellón el día que se espere que Lebron James vaya a batir su récord.
Pero Wilt Chamberlain no estaba en Las Vegas pese a que estaba invitado. Como ya he comentado, la relación entre ambos era muy mala debido a los duros enfrentamientos en playoffs cuando Kareem aún jugaba en Bucks.
Cuando Wilt Chamberlain sobrepasó a Bob Pettit
Los tiempos cambian y los récords se hacen cada vez más grandes. Hoy en día ya no nos sorprendería que se alcancen los 40.000 puntos al final de una carrera profesional. Ha sido muy difícil que un jugador haya podido batir el récord de anotación de Jabbar. Son 39 años los que han hecho falta para romper semejante récord. Y aún nos queda por ver cómo se rompe la barrera de los 40.000. Pero en 1966 el récord que se batió nos parece irrisorio. El 14 de febrero Wilt Chamberlain se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA. La verdad es que Chamberlain parece que eligió el día para batirlo. Muy apropiado en él.
Wilt jugaba por entonces con los Philadelphia 76ers y buscaba desesperadamente su primer anillo, el segundo para la franquicia, tras el conseguido como Syracuse Nationals en 1955. También sería el tercer anillo para la ciudad tras los conseguidos en 1947 y 1956 por los Warriors cuando estaban asentados en la ciudad del amor fraternal.
En 1966 los 76ers de Chamberlain acabarían primeros de conferencia pero caerían en primera ronda contra los todopoderosos Celtics de Red Auerbach –en su última temporada como entrenador– y liderados por Bill Russell.
Pero ese 14 de febrero contra unos Detroit Pistons que acabarían últimos de la NBA, Wilt Chamberlain anotó 41 puntos en 47 minutos para sobrepasar los 20.880 puntos, una barrera que parecía inalcanzable si no fuera por las barbaridades anotadoras del gigante oriundo de Philadelphia.
Wilt aún jugaría siete temporadas más, se alzaría con el anillo para su ciudad y otro más jugando con los Lakers de Jerry West. A Chamberlain le tocó vivir en la época más difícil salvo si eras jugador de los Celtics.
Bob Pettit rompe la barrera de los 20.000 puntos
En 2023 hay diez jugadores en activo que han anotado más de 20.000 en su carrera. Y hay una lista enorme de jugadores que superarán esa barrera más pronto que tarde. Pero para la NBA de principios de los años 60 parecía un límite insuperable o solo alcanzable por superhombres como ese tal Chamberlain que rozaba los 40 puntos por partido e incluso acabó la temporada 1961/1962 con 50 puntos por partido.
Y el sistema de juego de Red Auerbach de los Celtics no permitía que ningún jugador destacase demasiado. En cambio Bob Pettit era una máquina anotadora en los Milwaukee Hawks y posteriormente en St.Louis Hawks. Y aún así “solo” concluyó su carrera con 20.880 puntos.
El 13 de noviembre de 1964 –en la que sería el año de retirada de Bob Pettit– la leyenda de los Hawks acabaría su partido contra los Cincinnati Royals con 29 puntos en los 35 minutos que disputó. La barrera de los 20.000 la rompió al comienzo del segundo cuarto. De la misma forma que cuando Kareem rompió el récord de Chamberlain, el partido se detuvo tras la anotación que rompía la barrera mágica.
El propio Pettit declaró tras la hazaña que “romper esa barrera era el único récord que quería conseguir”.
Lo más curioso es que esta increíble hazaña anotadora tuvo muy poca relevancia en los periódicos. Lo cual nos deja claro lo irrelevante que era la NBA por entonces.
Kareem Abdul-Jabbar máximo anotador de la historia durante 39 años
Podemos pensar que Kareem era adorado en esos años porque tenemos la imagen actual de él. Pero desde que los focos y los micros se le acercaron en UCLA hasta la llegada de Magic a Lakers, Kareem fue el jugador o uno de los jugadores más odiados por la prensa y parte de los fans. Su implicación social contraria a la gran mayoría de la población, sus creencias religiosas incómodas para una sociedad cerradamente cristiana o judía y su carácter rudo ante la prensa; lo tenían como “un jugador que odiaba a la prensa”. Con la llegada de Magic y su estilo tan alegre hicieron que cambiase su forma de ser, también ayudado por su pareja sentimental de entonces. Pero el lastre de su pasado sumado a que era el joven que estaba destrozando los hitos de Russell y Chamberlain y que estaba cambiando la posición de pívot más que sus dos ídolos; tampoco ayudaba.
Los “old school” denostaban a Kareem y fueron muchas las voces que “negaban” el récord anotador de Abdul-Jabbar porque había necesitado una temporada más, 121 partidos más aunque se olvidaban de que Kareem había conseguido el récord jugando 2.234 minutos menos que Wilt.
No intentes hacer ver a un ciego
Lo mismo sucederá ahora cuando Lebron James supere el récord de Kareem. Muchos argumentarán que Lebron tiene más de 6.600 puntos inflados porque anotó más de 2200 triples mientras que Kareem solo anotó un triple en su carrera. O lo que al principio del artículo citaba de sumar los puntos de UCLA de Kareem o de restar los puntos de Lebron antes de los 22 años… Es triste pero cierto.
Deberíamos sentirnos honrados de poder vivir un momento histórico. Pero seguro que con la evolución del juego, la preparación física, las mejoras técnicas en salud deportiva…No vamos a tener que esperar 39 años para ver a un jugador superar el récord de Lebron y de superar la barrera de los 40.000 en su carrera.
Cada uno habrá vivido o disfrutado más una época u otra. Cada uno tendrá sus jugadores fetiche. Y que un jugador acumule una carrera con más o menos puntos, no le hace ni mejor ni peor.
Habrá gente que considere que Bill Russell es el mejor jugador de la historia. Otros se decantarán por Chamberlain. Habrá quien crea que Larry Bird es el mejor. En cambio habrá muchos que sean del club de Magic. Por supuesto que muchos son los que aman a Kareem. Y millones los que ponen a Jordan primero y al resto por detrás. Y las nuevas generaciones pensarán lo mismo de Curry o Lebron. Seguramente todos tendremos la razón porque mis gustos y mis opiniones son mías. No intentes decirme que la tortilla sin cebolla es la mejor del mundo porque es mentira. La tortilla sin cebolla no existe. Para que sea tortilla de patatas debe llevar cebolla.