Lucifer era un ángel cuyo significado era portador de luz, o brillante. Pero al volverse egoísta y volverse en contra de todos, se decidió que ese ángel descendiera, llamándose así ángel caído. La caída a los infiernos de Julius Randle.
Nueva York llevaba desde 2013 sin tocar playoffs, con muchos intentos de proyecto, cambios constantes de entrenador y de jugadores, sin un rumbo claro y sin figuras claras.
Julius Randle llegó a los Knicks en 2019, después de un buen año en Pelicans de sexto hombre pero saliendo rebotado de los Lakers el año anterior solo porque los oro y púrpura ansiaban conseguir a Lebron James. Randle era el sacrificado (no renovado) para que Jeannie Buss consiguiera vestir a elegido de Akron con la zamarra Laker. En Nueva York Randle tampoco fue el plato principal, seguramente no era el plan A, B o C. Kevin Durant, Kyrie Irving, Kemba Walker o Jimmy Butler decidieron irse por otros lares y Julius fue el que decidió aceptar el reto de hacer grande a los Knicks. Y si bien el primer año fue desastroso, el segundo año knickerbocker fue la luz brillante que volvió a dar a la ciudad de Nueva York unos playoffs y una oportunidad para soñar y volver a ser grande.
Pero como Lucifer, la arrogancia, la envidia y la avaricia le corrompieron y la luz de Julius Randle, se ha apagado, pero ¿Cuál es la razón principal? Después de esta narrativa hay hechos dentro de la pista, a nivel estadístico, como problemas fuera de la pista.
Dentro de la cancha
Si bien mirando las estadísticas básicas podríamos pensar que el año de Julius Randle no es tan malo como parece, su sensaciones en pista son bastante pobres. Randle siempre ha sido un jugador con mucho talento pero que también usaba el exuberante físico que tiene para postear a su defensor, la mayoría missmatch a favor de Julius y llevarlo al aro con una finalización sencilla. Esta temporada Randle ha sido alérgico al posteo buscando un pase forzado (que casi siempre acaba en pérdida) a finalizar en la pintura. También otra mala señal de Randle es el triple, lanzando la misma cantidad pero pasando de un 41’1 de porcentaje a un 30’6 esta temporada. Pero su mayor falla esta temporada es el mid range. Randle el año pasado abusaba del tiro de media distancia, siendo junto a DeRozan el que mayor porcentaje tiene en esa zona, además con un True Shooting de 43% en un 30% de frecuencia. Esta temporada lo usa menos, un 25% con un 38% de tiro efectivo, ha bajado bastante tanto el porcentaje de búsqueda de tiro como de acierto en la zona de 4-5 metros.

Podría ser que la bajada de porcentajes de uso de zonas sea porque se esté usando menos debido a las llegadas de Kemba Walker o Evan Fournier pero no es del todo así. Randle está promediando el mismo uso el año pasado con este (29%), todo el ataque sigue pasando por él . El formado en Kentucky abusa de ISOS, Spot Up y posteos pero con pésimos percentiles. El juego sigue fluyendo en torno a Randle al igual que el año pasado, pero mientras la campaña pasada era el eje que dirigía y finalizaba, el oasis del desierto ofensivo knickerbocker. Esta es más bien un estorbo y esto también se traduce en las asistencias. Mientras que el año pasado tenía el mayor porcentaje de asistencias dadas por el equipo con un 27%, esta temporada es Derrick Rose el que la tiene, mientras que Randle esta con 24%. Esto también se traduce en asistencias pasando de 6 a 5’2 esta temporada.
Los ataques de los @nyknicks en lo que llevamos de curso 21/22, clasificados por tipo de jugada, jugador que la ejecuta y percentiles en comparación con el resto de la #NBA.
— J.L. Barbero 🎙 (@Juanlu_num7) February 15, 2022
Vía: @d_reif pic.twitter.com/u9LSAzkjeS
Sin duda el juego del 30 knickerbocker ha sufrido un importante bajón, pero la clave está en su actitud fuera de la pista.
Mentalidad débil.
Siempre se ha dicho que lo fácil es llegar arriba pero lo complicado es mantenerse. El poder lidiar con la presión es clave para que tu carrera deportiva pueda pasar de gran estrella a un jugador que tuvo suerte un año, un one season wonder. Personalmente Julius Randle no merece llevar ese calificativo, todos sus años de carrera nos ha demostrado la gran calidad que tiene, pero influye mucho que los mejores años de Randle ha sido cuando le han dado confianza y un rol adecuado. Su último año en Lakers era el líder anotador de los baby lakers. En NOLA era el sexto hombre del equipo con un rol claro de anotar y cuando Davis se perdía partidos por lesión, el juego fluía en torno a Randle. El año pasado en NY se aposto por Julius como estrella principal y entre eso más los resultados del equipo hizo su mejor año NBA. Es un jugador que necesita ser mimado constantemente para que rinda. Y eso no me parece un buen profesional, ni buen líder. Randle con confianza puede hacerte 4 de la conferencia este, pero un Julius perdido puede hacer que veamos tristes episodios como el otro día que se encaro con un ayudante de Tom Thibodeau.
Egoísmo
La temporada pasada Randle acuñó mucho su mejora al impacto de Kobe Bryant en él (fueron compañeros en Lakers), Mamba Mentality y otras babosadas. En verano los Knicks decidieron ampliarle el contrato y dándole un aumento de sueldo pasando de 19 millones a a 25. No es ni mucho menos un contrato tóxico, jugadores que juegan en el mismo lugar como Kristaps Porzingis o Tobias Harris cobran bastante más y rinden peor. Pero si que es verdad que esta temporada hemos visto a un Randle mucho más egoísta y bastante mal compañero. Todo empieza por la decisión de no renovar a Elfrid Payron y Reggie Bullock, amigos de Randle en el vestuario, también a la estrella knickerbocker le molestó el trato de Thibodeau con Kemba Walker y para finalizar con el traspaso de Cam Reddish, Randle sentía que el equipo era de RJ Barrett porque Reddish es amigo personal. Esto y sus gestos a la afición, incluso la pequeña pelea que tuvo con un asistente de Thibs en pleno partido da la sensación de mal compañero y de que se cree más que los propios Knicks.
💥🔥💣😡🤬🥵
— Soy Knickerbocker (@SoyKnicks) February 7, 2022
Imágenes muy duras de Julius Randle con un asistente de los New York Knicks en el último partido vs Los Angeles Lakers.
⁉️ ¿Situación insostenible?
⁉️ ¿Traspaso inminente? #NewYorkForever pic.twitter.com/ydYE0lDxaI
Mucho cambio ha dado Julius Randle de un año para otro, de ser el ángel Knickerbocker que daba victorias y señalaba el camino, a ser el jugador más pitado en el Madison Square Garden. La pregunta es ¿tiene solución?