El domingo España perdía contra Canadá 85-88 y decía adiós al mundial cayendo en segunda fase. Si bien “la familia” no ha hecho actuaciones paupérrimas como Francia, los españoles han caído eliminadas en la segunda fase del mundial. Se podía prever la derrota ante los canadienses ya que después de EEUU es la selección con más NBAs del torneo, pero como se gestó esa derrota y la anterior ante Letonia, con sendos últimos cuartos mediocres a nivel ofensivo, ha hecho que dejemos de creer en una selección que tantas alegrías nos ha dado desde los juniors de oro de 1999. En este escrito vengo solo a recordar que no estamos tan mal, y que tenemos un gran futuro. Pero antes vamos a hablar de “la familia” en los últimos años.
Estirar el chicle
Los grandes éxitos de la selección han pasado gracias a confiar en la generación de la década de los 80. Los hermanos Gasol, Navarro, el Chacho, Rudy, Llull, Claver y Ricky aunque es justo del año 90, han sido la columna vertebral del equipo en los últimos 20 años. Y mientras ellos siguiesen a un nivel medio aceptable, tenían su hueco en “la familia”. Obviamente Scariolo ha metido algunas piezas de la generación de los 90 que se han ganado el sitio en la selección, con los hermanos Hernangómez como nombres principales. Pero la base es la misma.
Si vemos los últimos torneos, España siempre que ha podido ha decidido confiar en su gallina de los huevos de oro, en este mundial Rudy con 38 años, Llull y Claver con 35 han estado en el mundial, y no han sido el factor importante en la derrota, pero si se ha visto que esta selección necesita una reforma urgente.
Scariolo es un gran entrenador, pero también ha demostrado que no quiere hacer cambios a gran escala, si tiene que caer, caerá con los suyos, si hace falta prefiere nacionalizar a un jugador que no tiene relación con España como Lorenzo Brown que apostar por un jugador de las categorías inferiores, y eso no ayuda.
También el éxito del europeo de 2022 ha ayudado a que no se hable del cambio generacional y que el problema de la edad que atraviesa “la familia” este ocultado por los éxitos recientes. A pesar de ello, como digo antes hay motivos para creer.
Éxito en las inferiores
Este inicio de década ha sido un triunfo para el baloncesto formativo español. Desde 2022, España lleva 6 medallas en campeonatos europeos como mundiales. Con la sub-16 fue plata en el europeo de 2022 y oro en el europeo de 2023. En la sub-17 plata en el mundial de 2022. En europeo sub-18 plata en 2023 y oro en 2022. En el mundial sub-19 oro en 2023. Y en el europeo sub-20, oro en 2023. España domina y ya hay varios nombres que empiezan a copar portadas de la prensa.
🤔 🏀 Así es el baloncesto español… Nos permite disfrutar a nivel absoluto y en las categorías de formación.
— CSD (@deportegob) August 14, 2023
🏆 🇪🇸 ¡Y es que España es campeona de Europa sub-16!
🥇 👏 La medalla de la #U16M 🇪🇸 es la sexta de las categorías inferiores este verano.pic.twitter.com/ZUd76BlPuq
Los que están con la familia
De los jugadores que han llevado éxitos en las inferiores, hay tres que ya juegan con la absoluta. Usman Garuba fue el primero en debutar en 2021, su gran rendimiento en el Real Madrid hizo que Scariolo decidiese contar con él. Desde entonces ha disputado los juegos Olimpicos de 2021, el europeo de 2023 y el Mundial de 2023 siendo la primera pieza de esta nueva generación, la generación del 2000.
En este mundial, hemos tenido otros dos debutantes que han tenido importancia e impacto en la selección como son Santi Aldama y Juan Núñez.
El debut de Aldama se ha hecho esperar. El que fuese MVP del europeo sub-18 hace 4 años estuvo en las listas previas para el Eurobasket de 2022, pero decidió no acudir y priorizar su carrera NBA. En este mundial se esperaba que el canario fuera junto a Willy Hernangomez, la gran pieza en la ofensiva de España en el juego interior, un poco que fuera el Pau Gasol de la generación (salvando mucho las distancias) y si bien su rendimiento ha sido irregular, ha dejado buen sabor de boca.
Juan Núñez llegaba a la selección afrontando un reto mayúsculo. Sustituir las bajas de Ricky Rubio y Lorenzo Brown como base titular de “la familia”, y el base madrileño ha sido una de las sensaciones del torneo. Jugador de talento, base organizador que sabe hacer funcionar al equipo y con buena visión de juego. Tiene mucho que mejorar, sobre todo el tiro, pero tiene 19 años y suplir a Ricky Rubio no es tarea fácil. Ha cumplido su papel. Seguramente esté en el próximo draft de la NBA.
Las promesas que llegan
Aparte de Núñez se prevé que otros tres jugadores españoles se presenten al draft de 2024, donde han sido importante en las categorías inferiores y prometen mucho.
Aday Mara es el nombre que está en boca de todos. El pívot aragonés con tan solo 18 años mide 2’21 y muchos ya se atreven a compararlo con Victor Wembanyama. Mara ha llegado a jugar con el Zaragoza en ACB pero debido a su falta de minutos esta temporada va a jugar en la NCAA con los UCLA Bruins. En los mocks ya la mayoría lo ponen en lotería y hay alguno que se aventura a ponerlo top 5 como NBA draft room.
Luego tenemos a Izan Almansa que está haciendo un camino alternativo pero cada vez más popular para llegar a la NBA. El que fuera dos veces MVP del europeo sub-17 y mundial sub-18 dejo la cantera del Real Madrid estando en cadetes para probar suerte en la Overtime Elite de estados Unidos. En dicha liga recién estrenada le ha ido muy bien, tanto que este año lo veremos en Ignite, el equipo G-League para los jóvenes talentos de la NBA que quieren presentarse al draft. En la mayoría de los mocks lo vemos en puestos de lotería.
También tenemos a Baba Miller. El alero mallorquín que, tras un primer año muy tumultuoso en la NCAA por una sanción de la propia liga, tendrá en la universidad de Miami muchas más opciones para brillar. En los mocks lo colocan en final de primera ronda.
Aparte de estos tres, también tenemos jugadores más jóvenes como Hugo González o Lucas Langarita que están haciendo grandes actuaciones en las inferiores y los podremos ver en el baloncesto español.
Que decisión tomar para el preolímpico y los JJOO
Ahora mismo viendo las cartas mostradas en el escenario se le presenta una importante cuestión a la selección española. Confiar en el grupo que nos ha llenado de éxitos en los últimos 20 años o dar el relevo generacional. Scariolo ha demostrado que es reacio a hacer cambios a gran escala. Por otro lado, tanto el seleccionador, como los Rudy, Llull, Ricky y compañía merecen un último gran torneo antes de colgar las botas del combinado nacional.
El año 2024 para la selección española de baloncesto va a ser muy duro. Por las decisiones que tienen que tomar y por el largo camino que hay que hacer para jugar los Juegos Olímpicos y llegar lejos. Pero, si algo nos ha enseñado “la familia”, es que nunca dejes de creer.