Hubo un tiempo en el que había un solo guerrero luchando en los desiertos de Arizona. Booker peleaba contra todos sin descanso, siempre al pie del cañón y sin miedo a morir. Muchos se unieron a su peripecia por devolver el honor a Phoenix, pero ninguno tuvo éxito. Parecía que la llegada de dos jóvenes al equipo (DeAndre Ayton y Mikal Bridges) haría que Devin pudiera elevarlos al máximo nivel, pero no fue hasta la llegada de Monty Williams y Ricky Rubio cuando se vio el mejor nivel del joven guerrero solitario. La tercera espada de los Suns.
Un año después de aquella llegada de Ricky, apareció en escena un viejo y excelente guerrero, dispuesto a ayudar a Booker a llevar al equipo al máximo nivel. Chris Paul llegó y, tras convertirse en la segunda espada, puso a Phoenix en el mapa de nuevo. ¿Pero qué pasó con los jóvenes guerreros que llegaron tan sólo un par de años atrás? DeAndre Ayton y Mikal Bridges se disputan ser, junto a Booker, el futuro de la franquicia. La tercera espada de los Suns, todavía no está definida.
El primer oasis en diez años
Parece que las mil y una batallas que luchó Booker en el pasado no pasaron en balde. Consiguió hacerse un nombre, y creó una reputación que hizo que grandes jugadores se interesaran en jugar con él. Vieron potencial en él cuando llegó a su primer All-Star la temporada pasada, y se consolidó como uno de los mejores escoltas de la liga tras el récord perfecto en la burbuja de Orlando.
Se entiende que fue un palo no sólo para él, sino para todo el equipo. Sin embargo, el interés de Chris Paul creció, decidiendo que quería jugar con él. Los despachos de Phoenix comenzaron a funcionar y poco tardaron en traspasar a Ricky y a Oubre por la estrella de Oklahoma City Thunder. Y ese traspaso no sólo era una declaración de intenciones para toda la liga, sino que además era una manera de decirle a Devin Booker que harían lo que fuera necesario por verle ganar en la franquicia, pues su paciencia parecía estar agotándose.
De cualquier manera, tras renovaciones y otros fichajes en la agencia libre, los Suns parecían ser un equipo serio que aspiraba a una octava o séptima plaza en el todopoderoso oeste. El inicio de la temporada fue difícil. Había que aprender a adaptarse a jugar unos con otros, pero el potencial se veía. Existía un enorme potencial que podría llevarlos a cualquier lado que ellos quisieran. Y lo mejor de todo es que, por primera vez, no todo el peso recaía sobre los hombros de Booker. Eran un equipo, y todos jugaban para todos. De hecho, Booker firmó el peor arranque de temporada de su carrera, y a día de hoy, tras adaptarse al juego de los otros compañeros, ha sido nombrado dos veces jugador de la semana de la conferencia oeste.
Jugador de la semana en el oeste:
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Es aquí donde se vio la importancia de Monty Williams en el equipo. Si bien es cierto que se vio lo que se podía hacer en aquella muestra de partidos de la burbuja de Orlando, con la entrada de la nueva temporada, el técnico le dio la importancia que dos jugadores necesitaban para dar un paso adelante: Mikal Bridges y Cameron Johnson, el líder defensivo y el joven tirador del equipo. Ambos pasaron a tener más importancia a medida que la temporada pasada pasaba, y en este año, se consolidaron como los jugadores clave que son.
También hay que destacar la importancia que dio a todo el banquillo, con una profundidad que no habíamos visto en años. Jugadores como Dario Saric, Cameron Payne o Jae Crowder son jugadores importantes que mantienen el nivel de los titulares mientras ellos descansan, y que en cualquier momento podrían ser titulares, como el caso de Frank Kaminsky, quien parecía que vino para aportar desde el banquillo, pero que parece que ser el ojito derecho de Monty, saliendo de titular en numerosas ocasiones, y que sorprendentemente, hace excelente pareja con Mikal Bridges.
Estas son las claves que han hecho que a día de hoy, los Suns esté afianzados en la cuarta plaza de la conferencia oeste, algo que a muchos sorprenden, pero que no es cuestión de suerte que estén ahí, sino que es cosa de trabajo duro y de actitud, así como de la creación de una nueva cultura ganadora que sólo busca una cosa: Ganar.
La evolución de los jóvenes
Como se ha dicho, el éxito de los Suns no es cosa de suerte, sino de trabajo y esfuerzo, así como del crecimiento de jugadores cómo DeAndre Ayton o Mikal Bridges, jugadores de los que se esperaba mucho, y poco a poco se están viendo los resultados. Sin embargo, existe la duda, la eterna pregunta… ¿Quién es el tercer jugador en discordia? ¿Quién es el fiel compañero que llevará a los Suns, junto a Booker y Paul a la senda del éxito? ¿DeAndre Ayton o Mikal Bridges? ¿Quién es la tercera espada de los Suns?
El crecimiento de ambos jugadores es obvio, cada uno en lo que necesitaban. Bridges, por ejemplo ha crecido en el apartado ofensivo, mientras que Ayton en el defensivo. Durante esta temporada, ambos han aportado cosas nuevas a su repertorio. El pivot de origen bahameño, ha ofrecido su mejor defensa de las tres temporadas con diferencia, ha sido muy intimidante protegiendo el aro y cogiendo rebotes; mientras que Bridges ha mejorado su porcentaje de acierto desde el triple.
Ambos jugadores han tenido un crecimiento importante, y ahora se ven los resultados.
Deandre Ayton | PUNTOS | TC% | REBOTES | TAPONES |
18-19 | 16.3 | 58.5% | 10.3 | 0.9 |
19-20 | 18.2 | 54.6% | 11.5 | 1.5 |
20-21 | 14.5 | 60.1% | 11.6 | 1.1 |
Mikal Bridges | PUNTOS | TC% | T3% | REBOTES | ROBOS |
18-19 | 8.3 | 43% | 33.5% | 3.2 | 1.6 |
19-20 | 9.1 | 51% | 36.1% | 4 | 1.4 |
20-21 | 13.7 | 52.4% | 42.3% | 5 | 0.7 |
DeAndre Ayton, el pick número uno del draft por encima de Luka Doncic
Eso es algo que le pesará por siempre. Los Suns hicieron una apuesta por el pivot, y absolutamente todos los medios y aficionados criticaron la elección tras ver la primera temporada del joven Doncic. Esa presión de tener que hacerlo mejor que el esloveno estará ahí, y por ello tiene la obligación de ser el mejor jugador interior del equipo, por la apuesta por él sobre un jugador generacional.
Supuestamente, Ayton debería ser el tercer guerrero, la tercera espada de los Suns. Es el mejor interior del equipo, la mayor fuerza interior que tienen en Phoenix, aunque no tiene la misma presencia ofensiva que solía tener en temporadas pasadas. Seguramente sea por la aparición de otros jugadores importantes en ataque como Chris Paul, o por la irrupción como anotadores que han tenido jugadores como el propio Bridges o Johnson.
A priori, parece ser que Ayton ha empeorado en el lado ofensivo. Sin embargo, la realidad es la contraria. El pivot está lanzando casi cinco tiros menos por partido que en la campaña pasada y está teniendo mayor porcentaje de acierto en los tiros de campo, lo que le hace un jugador más eficiente. Tambien tira muy pocos tiros libres en comparación a otros pivots, y apenas tira triples, aunque hay que decir que ha empezado a lanzarlos esta temporada, lo que muestra que está progresando en ese ámbito y que está ganando confianza.
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Por otro lado, DeAndre Ayton ha mejorado en el ámbito defensivo de manera increíble. Su posicionamiento en la zona y la intimidación que crea hace que los rivales fallen tiros fáciles. Ha mejorado también en las ayudas y también en la capacidad de rebotear. De hecho, es el sexto máximo reboteador de la liga.
Ayton aspira a convertirse en el mejor interior de la liga, siempre lo he dicho. Tiene el físico y la técnica, pero le falta la confianza y la actitud, como le pasa a otros muchos jugadores para dominar. Por ello, debo decir que los Suns están a una pieza de convertirse en aspirantes al título, en unos nuevos contenders. Esa pieza se llama DeAndre Ayton, pero con esa actitud de dominación de tableros.
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Mikal Bridges, el líder indiscutible de la defensa
Creo que no hay duda alguna cuando se dice que Mikal Bridges es el líder indiscutible de la defensa. Sus enormes brazos que parecen espaguetis lo hacen perfecto para interceptar balones en las líneas de pase y para dificultar ese tiro en el último segundo de la estrella del equipo contrario. Porque claro, Bridges es el encargado de defender al mejor anotador del otro equipo, ¿Quién sino él?
Además de liderar y dirigir la defensa de los Suns, ha mejorado en el lado ofensivo de manera increíble, y para ello, tan sólo ha hecho falta darle más confianza y más oportunidades para lanzar. Con casi cuatro tiros más por partido en comparación a la temporada pasada, no sólo ha mejorado sus puntos por partido, sino su porcentaje de acierto desde el triple cosa que da aire al equipo para no depender tan sólo de Booker.
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Y además de estas habilidades que se ven activamente en los partidos, hay algo que me he fijado en lo que ha mejorado enormemente. Su liderazgo. Parece que es un jugador veterano con más de mil batallas por contar. Puede ser que haya sido la confianza que le ha dado Monty Williams o el tener a su lado a un jugador guerrero y luchador como Jae Crowder. Pero sea como fuera, esta actitud y personalidad de Bridges le viene como anillo al dedo al alero procedente de Villanova.
Es el jugador que todo equipo necesita, ese especialista defensivo que se encarga de parar al máximo anotador del equipo, y que es capaz de hacer todo el trabajo sucio sin ningún tipo de reparo y que además, parece que le gusta. Con esa actitud y con esas habilidades que parece que van mejorando año tras año, es posible que sea la pieza definitiva para convertir en contenders a los Suns.
La tercera espada de los Suns
¿Pero quien es el jugador perfecto para liderar al equipo junto a Booker y Chris Paul? Cualquiera de estos dos jugadores podría ser sin lugar a dudas la tercera espada de los Suns. Bien para dominar el interior y estar equilibrados en la ofensiva por ambos lados; o bien se podría dominar desde la defensa, frenando al jugador estrella del otro equipo.
La respuesta a esta pregunta debería ser clara. Mikal Bridges debería ser el tercer líder del equipo, la tercera espada de los Suns. Es un jugador que ha mostrado una evolución positiva en ambos lados de la cancha, y cuya mentalidad ha evolucionado a medida que él lo ha hecho, y creo que eso es lo más importante.
DeAndre Ayton debería ser, sin lugar a dudas el tercer jugador en discordia, pero no está preparado para adquirir esas responsabilidades, ni para tomar esa importancia en ataque y en defensa. Es más diferencia Bridges que él, y eso es un hecho. Pienso que el equipo podría jugar sin Ayton, pero que no podría jugar sin Bridges.
Con todo ello, la tercera espada de los Suns, es Mikal Bridges.