No es muy común ver a deportistas de élite con gafas y, quizás por esa anomalía, son más icónicas figuras como Kareem, Horace Grant, James Worthy o Edgar Davis. En muchos casos, y en el caso de la NBA en concreto, el uso de gafas ha sido por problemas de vista, problemas oculares o incluso para proteger los ojos en una época en la que los dedos, manos y los codos volaban indiscriminadamente y peligrosamente hacia dichos órganos. En los últimos años no hemos visto demasiados deportistas de élite con gafas aunque esta temporada está deslumbrando un kicker rookie en la NFL.
Rodrigo Blankership es el pateador de los Indianapolis Colts y, además de su calidad y acierto en los field goals, está llamando mucho la atención por sus gafas de empollón al más puro estilo Charlie Sheen en Major League (Una mujer en la liga) donde interpretaba al pitcher estrella de los Cleveland Indians. Pues parece que no solamente en la NFL tenemos un jovencito con gafas triunfando, ya que en los Phoenix Suns ha aterrizado el rookie Jalen Smith que podría engrosar el club de las gafas de la NBA.
Jalen Smith
A diferencia del gran Kareem que, como muy bien cuenta Gonzalo Vázquez en 101 historias de la NBA, un golpe más en los ojos podría dejarlo ciego de por vida; nuestro protagonista simplemente no ve un burro a tres pasos. Muchos somos los que comprendemos a Jalen Smith y hemos optado por las lentillas. Pero como él ha comentado en muchas entrevistas, le irritan los ojos y tiene que optar por usar esas gafas para jugar.
En su año freshman fue el escudero de lujo de Bruno Fernando. Cuando el angoleño dio el salto a los Hawks, Jalen tomó el relevo convirtiéndose en el líder y máximo anotador de los Terrapins y llegando a ser el mejor equipo de la Big Ten en la temporada regular. Si la pandemia no lo hubiese parado todo, es probable que Jalen Smith hubiese luchado por el torneo de la Big Ten con Wisconsin o Michigan State, de hecho los tres programas acabaron compartiendo el trofeo de campeón de la conferencia. Además, los Terrapins tenían muy buena pinta para que Jalen Smith los guiara a la Final Four del Madness.
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Aún así y pese a la suspensión del Madness, Smith fue seleccionado por los Suns en el pick 10 de este draft y ya ha disputado sus 20 primeros minutos en la franquicia de Arizona. Recordemos, como comentamos en los programas sobre el draft, que Jalen Smith era el mejor ala-pívot después de Toppin. Es uno de los mejores jugadores interiores de este año, defensor seguro y duro. Además ha mejorado en el tiro estático y en el catch and shoot. Algunos analistas, con más maldad que otra cosa, apuntaban que una de sus grandes debilidades era la falta de visión de juego. ¡Increíble!
Lo que está claro es que en estos renovados Suns dirigidos por Chris Paul y Devin Booker, tienen un power forward de futuro que no podemos perder de vista y que puede deslumbrarnos en unos años. Ya veremos.
Kareem Abdul Jabbar, pionero y referente.
Una leyenda como Kareem no necesita presentación y en la historia de sus gafas no quiero meterme demasiado. Hacerlo sería pervertir la gloriosa pluma de Gonzalo Vázquez. Los ojos de Lew Alcidor con UCLA y de Abdul Jabbar en Bucks fueron violentamente golpeados. La estrella no quería dejar de jugar al baloncesto pero tampoco quería quedarse ciego. La solución de las gafas como barrera protectora fue la mejor solución. Por una serie de catastróficas desdichas, el Madison Square Garden fue testigo de una de las imágenes más icónicas de la historia de la NBA en las que un jovencísimo Kareem jugaba con unas gafas de buzo.
En 1985, con los Lakers jugando en Utah, James Worthy se llevó un codazo fortísimo en los ojos tras un salto a canasta. Tras el golpe le dijo a Kareem que quería unas gafas como las suyas.
Otro Laker que se unió al club de las gafas de la NBA fue Kurt Rambis. Además de ese mostachito ochentero, las gafas de Rambis fueron una necesidad debido a que tenía aproximadamente 5 dioptrías en cada ojo. A Rambis le pasaba lo mismo que a Jalen Smith, no le gustaban las lentillas. En muchas ocasiones, el propio Rambis bromeaba con sus gafas dotándolas de una capacidad magnética para las mujeres. Yo creo que lo que realmente le dotaba de magnetismo era ese bigotito de limpiador de piscinas.
Horace Grant era otro miope de la liga y otro miembro del club de las gafas de la NBA. El propio Grant incluso quiso vender la imagen de que llevar gafas es normal y que sirviese de inspiración para los niños.
Las gafas de la NBA
En la actualidad, nuestro primer protagonista es un rara avis dentro de la NBA. En los casos en los que las dioptrías sean muy altas, los jugadores suelen optar por el uso de lentillas. Aunque el caso ya mencionado de Jalen Smith es especial y más normal de lo que pudiésemos pensar. Por supuesto que en los casos más extremos optan por la cirugía ocular para reducir los problemas visuales. Todos estos motivos médicos hacen que el uso de gafas en la NBA actual sea algo anómalo. Ya no se necesitan las gafas como protección. El estilo de juego y la normativa cuida mucho más los ojos. También el baloncesto bajo el aro ya no es tan agresivo como en los 80. Por esa razón Jalen Smith es tan especial como elemento icónico.