Desde diciembre de 1860 a agosto de 1861, Charles Dickens fue publicando Grandes Esperanzas de manera seriada. Durante 10 meses, una de las novelas más importantes de la historia de la literatura, fue publicada semanalmente. Grandes esperanzas son las que Pip, el protagonista, tenía desde muy pequeño para llegar a ser alguien importante. Pip era un niño huérfano que vivía con su estricta hermana. Él fue poco a poco creciendo, ayudando a los demás pese a los palazos que le cascaba su hermana. A la vera de la Señorita Havisham, una mujer de mediana edad a la que Pip entretenía, encuentra su objetivo en la vida. Pip quería ser un caballero respetable. Gracias a la Señorita Havisham empieza como aprendiz de herrero y, tras una serie de fabulosas coincidencias, consigue un benefactor que le permite marchar a Londres para recibir una educación y llegar a ser caballero. Pip alcanzó lo que ansiaba gracias a la perseverancia y pudo llegar a lo más alto. En el mundo del baloncesto americano, las grandes esperanza se fraguan desde el instituto, pero sobre todo en las universidades para llegar a la NBA.
Los Pioneros tienen su hueco en la historia
Cuando Dickens terminó de publicar su novela, aún quedaban 30 años para James Naismith inventara nuestro deporte en un YCMA de Massachusetts. En 1895, con las normas del baloncesto muy fresquitas, se celebró el primer partido entre dos universidades. Las dos pioneras fueron Hamline y Minnesota A&M. Ésta última se acabó uniendo a la universidad de Minnesota y la primera es una pequeña universidad privada de artes asentada en St. Paul. Aunque Vanderbilt había la primera universidad en jugar un partido de baloncesto, el enfrentamiento entre las dos universidades de las Twin Cities, es el primer partido de college basketball.
El nuevo deporte fue pasando de los YCMA a las universidades hasta el punto en el que el propio Naismith fue contratado como entrenador de la Universidad de Kansas. Que, por cierto, Naismith es el único entrenador de baloncesto en la historia de los Jayhawks con récord negativo (55-60). ¿No es irónico que el inventor del baloncesto tenga récord negativo como entrenador?
Actualmente, la Universidad de Kansas es una de las más laureadas en la historia del college basketball y son siempre favoritos a llegar a la Final Four. Los Jayhawks han ganado la NCAA 3 veces y 2 torneos pre-NCAA (Helms Tournament), 6 subcampeonatos y 15 Finals Four. Pero no sólo de títulos vive el hombre. La Universidad de Kansas es la 5º universidad que más jugadores ha colocado en la NBA. De Lawrence han partido 77 jugadores hacia la mayor liga de baloncesto del mundo. Ilustres como Wilt Chamberlain y Paul Pierce; grandes jugadores como Andrew Wiggins y Joel Embiid; uno de nuestros maestros del basket, Popovich, fue asistente. Hasta John Calipari, que ahora está en el enemigo, fue asistente con los Jayhawks.
Duke y la dictadura de los Blue Devils
En la actualidad, Duke es quien concentra las grandes esperanzas, es una de las universidades de la NBA por ser un trampolín hacia la liga, por historia y por el ídolo del banquillo.
100 años después de que Naismith inventase (bajo mucha presión) este nuevo deporte, los Blue Devils se hacían con el 1º de sus cinco campeonatos de la NCAA, precisamente contra Kansas. 1991 fue la culminación de un proyecto que comenzó en 1980 con la llegada de Mike Krzyzewski. Coach K convirtió un buen college del basket en una referencia para los grandes prospects. Cada año, Duke es un college donde se forjan las grandes esperanzas para la NBA. De hecho, desde la llegada de Krzyzewski, Duke ha colocado a 11 Top10 del draft (empatado con North Carolina) y 23 jugadores en 1º ronda.
Algunos de los Blue Devils legendarios son: Christian Laettner, Grant Hill, Elton Brand, Shane Battier, Seth Curry, Luke Kennard, Jabari Parker y más recientemente el monstruo Zion Williamson. En total, Duke ha colocado a 83 jugadores en la NBA, lo que les convierte en una de las grandes esperanzas de la liga y una de las universidades de la NBA.
Incluso podríamos hacer un quinteto o dos con estrellas presentes y futuras: Kyrie Irving, J.J. Redick, Brandon Ingram, Jayson Tatum y Marvin Bagley III.
North Carolina es mucho más que Michael Jordan
Fuera del público más friki de la NCAA, los Tar Heels parece que solamente son conocidos como el college de Jordan. Pues son 97 los jugadores que han jugado en la NBA tras haber defendido la camiseta de North Carolina. En una época en la que se le daba mucha más importancia al paso por la NCAA, los Tar Heels han formado a: Vince Carter, Sam Perkins, Rasheed Wallace, James Worthy, Marvin Williams, Jerry Stackhouse, Danny Green, Harrison Barnes, George Karl y más recientemente a Coby Pelocho White.
North Carolina es un referente de la NCAA, hacedor de sueños y grandes esperanzas y una de las universidades de la NBA. Pero además de todo esto es un aspirante habitual a la Final Four. Los Tar Heels han ganado 6 campeonatos de la NCAA, 5 veces se quedaron con la miel en los labios y hasta 20 veces llegaron a la deseada Final Four. Como curiosidad un poco bestial, North Carolina sólo se ha perdido el Torneo de la NCAA 3 veces desde 1975 (2002, 2003 y 2010).
Aquellos maravillosos años
Las décadas de los 60 y los 70 fueron la edad de oro de UCLA. 10 torneos en 20 años es un logro al alcance de muy pocos. Los Bruins ganaron 7 torneos seguidos.
La Universidad de California – Los Angeles es la segunda con más jugadores en la NBA. Los Bruins han enviado a 99 jóvenes a la liga, grandes jugadores y una leyenda absoluta del baloncesto. Los de azul y oro nos han legado a Kareem, Reggie Miller, Trevor Ariza, Westbrook, Mark Eaton, Kevin Love, Jrue Holiday, Bill Walton, Zach LaVine, Lonzo Ball entre otros. Aunque lleven más de diez años sin pisar una Final Four, UCLA sigue siendo cuna de grandes esperanzas y una de las universidades de la NBA. Aunque la mayor esperanza de todas es la de ellos mismos, que aunque lleven 25 años sin ganar un título, siguen siendo los más laureados con 11 campeonatos.
Ir a Kentucky aunque no te guste el pollo
La Universidad de Kentucky es la 2º de la NCAA en títulos. Los Wildcats tienen 8 campeonatos, la mitad de ellos conseguidos entre 1948 y 1958. El hecho de tener grandes entrenadores como Rick Pitino o John Calipari es un reclamo importante, aunque más reclamo es acumular más títulos de conferencia que el resto de rivales. Kentucky tiene 31 títulos e la SEC mientras que el resto suman 28. En total, hasta 117 jugadores de los Wildcats han llegado a la NBA de los cuales 55 fueron primeras rondas y tres pick 1.
Ir a “estudiar” a Lexington puede llevar a unirse al club de John Wall, KAT, Anthony Davis, Michael Kidd-Gilchrist, De´Aaron Fox, DeMarcus Cousins, Pat Riley, Adebayo, Booker, Bledsoe…
Pip, el protagonista de Grandes Esperanzas, solamente ansiaba alcanzar el sueño de ser un caballero. Jugar con los Wildcats no te asegura ni llegar a la NBA ni triunfar en ella, pero si te asegura muchas posibilidades. También es cierto que llegar a los niveles de Kentucky es fácil cuando llevas más de una década siendo el roster mejor o el segundo mejor valorado según ESPN, 247 y Rivals. Las grandes esperanzas surgen en las universidades de la NBA y Kentucky es la número uno en la actualidad.
Odio eterno al one-and-done
El afán por el dinero que aporta la NBA y las prisas por encontrar al nuevo Kobe o al nuevo LeBron son una terrible realidad. Los jugadores son muy jóvenes e inconscientes, muchos de ellos se han criado en entornos horribles y el baloncesto es su única válvula de escape. Además de aportarles una salida personal, les aporta una salida profesional y unos ingresos que nunca podrían alcanzar en condiciones normales. Con el cambio de la política de la NCAA y la posibilidad de percibir ingresos publicitarios puede ayudar a que los jugadores den más valor a la formación y completen su ciclo completo en college.
Probablemente sea por deformación profesional pero considero que la educación y la formación son fundamentales para el desarrollo humano. Las franquicias NBA y muchos de los analistas consideran que un chaval de 23 años ya es mayor para iniciarse en la NBA. Pues no debería ser así. Si un chaval completa su ciclo universitario, no solamente va a completar su desarrollo físico, técnico y táctico como deportista con un enfoque multideporte. Además de ello va a ampliar su desarrollo humano, madurativo y social. A veces no nos damos cuenta de la burrada que es darle a un chico de 19 años un millonazo, un nivel de vida altísimo y una categoría divina cuando lo que tendría que estar haciendo es disfrutar con sus amigos.
¿Es más fácil destacar con los mejores?
Pip, el protagonista de la novela de Dickens, no se hizo caballero de pequeño o tan pronto salió de la casa de su hermana. Pip necesitó años, oportunidades y trabajo duro para alcanzar su meta. Incluso Naismith necesitó de gran presión para inventar y desarrollar este nuevo deporte. Y aún siendo la persona a la que le debemos el baloncesto, sigue teniendo el dudoso honor de ser el único entrenador de Kansas con un récord negativo.
Si revisamos la lista de los jugadores de la NBA que han salido de estas top5, podríamos formar equipazos históricos increíbles. Y si nos vamos a la NBA actual, la procedencia de los jugadores se mantiene. Kentucky, Duke, North Carolina, Arizona, Kansas y Texas son la cuna de las grandes esperanzas, son las universidades de la NBA.