La próxima extensión de contrato de Luka Doncic lo convertirá —si nada se tuerce por el camino— en el primer jugador en la historia de la NBA en romper la barrera de los 70 millones de dólares en una misma temporada. La máxima estrella de los Dallas Mavericks está destrozando precedentes a un ritmo vertiginoso que trascenderá también lo económico: tan solo necesitará formar parte de los All-NBA Teams en 2024 para poder optar a este ‘histórico’ súper máximo.
Un jugador al que le restan uno o dos años de contrato, con siete u ocho años de experiencia y que nunca haya cambiado de equipo —excepto durante las primeras cuatro temporadas en la liga— puede negociar un contrato por hasta el 35% del límite salarial de su equipo. En su caso, el internacional esloveno afronta su sexta temporada en la NBA, por lo que su elegibilidad está sujeta a estos condicionantes: haber sido elegido All-NBA o Defensor del Año en la última temporada o en dos de las tres últimas, o haber recibido el premio al MVP de la temporada en uno de los tres últimos cursos.
Doncic es ya uno de los únicos cuatro jugadores que han sido incluidos en el First All-NBA Team en cuatro ocasiones antes de cumplir los 25 años, uniéndose a un exclusivo club formado por Kevin Durant, Tim Duncan y Max Zaslofsky, según ESPN Stats. Si añade una nueva aparición —en cualquiera de los tres quintetos— aspirará a un súper máximo de cinco años y 318 millones de dólares. Una cantidad que podría ascender hasta los 367,5 millones si el tope salarial aumenta un 10% en los próximos tres años, tal y como puntualiza Bobby Marks, del medio ESPN. Eso quiere decir que Doncic se embolsaría la friolera de 83,6 en el último año de este súper máximo. Eso sí, no podrá firmar la extensión hasta 2025 debido a, recordemos, la necesidad de recopilar una experiencia de al menos seis años en la NBA.
LUKA DONCIC puede convertirse en el primer jugador de la historia de la NBA en firmar +70M por temporada
— Losilla (@Losilla_) September 18, 2023
— Si es All-NBA en la 2023/2024, será elegible para una extensión de 5 temporadas y 318 millones
— Ese contrato empezaría en la 26/27 y en su último año figurarían 83,6M pic.twitter.com/0tPwSP2NvU
Aunque nos resulten unas cifras mareantes, no dejan de ser producto de la propia evolución financiera de la liga, derivada de los cuantiosos acuerdos televisivos y de patrocinio, que aumentan también a un ritmo exponencial. Recordemos que hace poco más de un año, Nikola Jokic firmó el contrato más alto, hasta entonces, de la historia, por 264 millones de dólares. El pasado mes de julio, Jaylen Brown neutralizó la cifra tras acordar 303 millones con los Boston Celtics. A su vez, esta cantidad será superada en breve por los súper máximos de Jayson Tatum o Shai Gilgeous-Alexander. La realidad es que los 47,6 millones que percibirá Jokic esta temporada o los 52,3 millones que le esperan a Brown un curso después no distan de los 20,6 millones del primer año de contrato que firmó Chris Bosh en 2014, recuerda Marks, pues representan ese mismo 35% del límite salarial que recoge, por normativa, el contrato súper máximo.
Sin embargo, hay que considerar los pequeños cambios introducidos en el nuevo CBA en lo que respecta a la elegibilidad para firmar un súper máximo. No son modificaciones de sus principios básicos, sino en los ‘límites de asignación’.
A partir de ahora, los jugadores tienen que jugar un mínimo de 65 partidos de ‘regular season’ para optar a ser incluido en los All-NBA Teams o situarse como candidatos a los premios al MVP de la temporada y el Defensor del Año, tres galardones ligados directamente al contrato súper máximo. En esta nueva norma hay tres ‘excepciones’, como explica Marks.
Primero, si un jugador ha participado en 62 partidos y sufre una lesión que finiquita su temporada, se le considerará elegible, siempre y cuando haya aparecido en al menos el 85% de los encuentros disputados por su equipo hasta el momento de su lesión. Segundo, si un jugador supera los 15 minutos en dos partidos, estos contarán a pesar de que la NBA considera que un jugador tiene que estar en pista al menos 20 minutos para que contabilice para estos galardones. Y, tercero, la eliminación de la posición de ‘center’ podría tener un impacto negativo en la extensión súper máximo de los jugadores interiores. Bam Adebayo no estará del todo contento.
No es ‘moco de pavo’ esta consideración si regresamos al caso de Luka Doncic. En sus últimas cuatro campañas, su número de partidos disputados osciló entre los 61 y los 66. Y cabe destacar que el propio Doncic reconoció durante el pasado Mundial que no ha sido capaz de dejar atrás unas molestias musculares en su cuádriceps izquierdo. Así, no solo hablamos de los riesgos que conllevan estos problemas físicos para la temporada de los Dallas Mavericks, sino para el propio futuro contractual de Luka. En todo caso, sitúan en una posición privilegiada a la franquicia de Texas, donde se ha disparado cierto temor a perder a su estrella si se repite el fiasco de la temporada 2022-23.
La NBA ha eliminado también el límite de súper máximos que puede firmar una franquicia. A su vez, ha establecido unas ‘cláusulas’ que podrían reducir la cantidad de contratos de este tipo que veamos en el futuro. Las cantidades seguirán aumentando gradualmente con el paso de los años, pero, quizá, se logra una redistribución más equilibrada de los salarios de las plantillas.