Su nombre no entraba en las quinielas a jugador decisivo de las Finales de la NBA al comienzo del curso baloncestístico 2020/21, no fue el fichaje más ilusionante de los Milwaukee Bucks y difícilmente te conquistará por su mirada, pero ten cuidado si escuchas su nombre. En Arizona, están al borde del susto mortal mientras por los pasillos del Fyserv Forum suena una advertencia: ¡Ojo con Bobby Portis!
Al (ex) novio de su madre: ¡Ojo con Bobby Portis!
Rara vez un jugador de la NBA tiene una infancia feliz, en una familia estructurada y acomodada. Nuestro protagonista no iba a ser la excepción.
Infancia en Little Rock
Nacido en Little Rock (Arkansas), es el mayor de cuatro hermanos y el único cuyo nombre no comienza por J (Jared, Jamaal y Jarod con los Portis más jóvenes). Su padre, con nombre de compañía de ascensores, no se ocupó de la familia por lo que la buena de Tina Edwards (madre) sacó adelante a los cuatro chiquillos. No lo tuvo fácil puesto que en la época de juventud de Bobby, Little Rock era la quinta ciudad más peligrosa de los EEUU. Entre finales de los ochenta e inicios de los noventa, el número de arrestos por asesinato entre menores de 18 años se incrementó un 256%. (Imagino que se te habrán quedado los ojos como a Bobby al ver esta estadística).
Durante su infancia, Portis vivió un número elevado de sucesos que marcarían su carácter tal y como lo conocemos en la actualidad. Con 10 años, jugando videojuegos en su habitación escuchó unos disparos. Se estaba produciendo un tiroteo enfrente de su casa. Un hombre perdió la pierna a consecuencia del mismo. Con 12 años, regresando a casa de la escuela, se encontraba comiendo una barrita de chocolate cuando escuchó unos disparos y gente corriendo hacia él. Escuchó unas voces que le decían que se acercara y antes de poder ver de quién se trataba acabó tirado en el suelo a consecuencia de una paliza. Cuando se levantó, su cartera había desaparecido si bien el bueno de Bobby cuenta que debido a las circunstancias económicas familiares se llevaron una cartera sin apenas dinero.
La influencia de su madre
Varios de sus amigos iban entrando a formar parte de pandillas locales, pero Portis siempre tuvo claro que el camino para salir de ahí era otro. Sin la figura de Tina Edwards no lo hubiera logrado como él mismo reconoce. La madre había sido jugadora de baloncesto y entendía que a través del sacrifico y el esfuerzo del deporte, sus hijos podrían estar alejados de las malas influencias que existían en la ciudad.
La madre de Bobby no le permitía jugar a videojuegos entre semana. Después de clases, era la hora de comer y ponerse a hacer los deberes hasta la hora del entrenamiento con el equipo de baloncesto. Una vez terminada la práctica, a casa, cenita y a dormir. La madre le exigía no sólo en la faceta deportiva, también en los estudios había que rendir por encima de la media. Las calificaciones de Portis eran As y Bs, salvando algún desliza puntual donde bajaba hasta obtener una C.
El día D
El episodio que más marcó su infancia, empezó con una llamada telefónica del banco: su casa había sido embargada. Cuando Bobby regresó de la escuela, había 10 personas en su hogar metiendo todas las pertenencias de la familia en cajas de cartón. Por aquel entonces, los hermanos de Bobby no superaban los cuatro años de edad. Se mudaron a casa de un amigo de su madre de alquiler pero a los pocos meses, el amigo vendió la casa y los 5 fueron a vivir con el novio de su madre.
Por aquel entonces, Bobby apenas tenía catorce años pero vivió un episodio lamentable dentro de su hogar. El novio de su madre apenas paraba por casa, hecho que a Bobby no le gustaba dado que pasaba más tiempo en los bares con los amigos que con su madre. Un día, mientras estaba haciendo los deberes de clase, escuchó una discusión acalorada entre su madre y la pareja de ella. Su madre entró corriendo en su habitación pero el novio venía detrás. Hubo una discusión entre los 3 y Bobby se plantó ante él. El jugador de Bucks reconoce que sintió que la situación ya había llegado a un límite y viéndose más alto que el novio de su madre se cuadró y se dispuso a la pelea. Tras este altercado, la familia abandonó esa casa y los ojos de Bobby nunca volvieron a estar dentro de sus cuencas.
A sus rivales (o compañeros): ¡Ojo con Bobby Portis!
Desde aquel incidente doméstico con el novio de su madre, Bobby ha reconocido que su mentalidad cambió, también dentro de la cancha de baloncesto.
Cada vez que sale a jugar al deporte de la canasta, Bobby le pone la cara de aquel hombre a sus rivales. Cuando va a coger un rebote no ve al viejoven Ayton en estas finales. A quien está arrebatando en verdad el balón bajo el aro es al novio de su madre. Cuando hay un balón sin dueño, éste tiene que estar en sus manos antes que en las de una figura con camiseta de los Suns pero cabeza reconocible para el Bobby de la infancia.
La rabia con la que machaca el aro…no quiero ni pensar qué estará pasando por su cabeza en esos momentos. Pero es probable que así podamos entender el poder de su mirada. El ansia con la que sus ojos buscan ir un paso por delante del resto del cuerpo en consecuencia de sus pensamientos.
Desde MassiveBall estamos investigando, pero todo apunta a que Nikola Mirotic no tuvo ninguna relación sentimental con Tina Edwards. Todos recordamos ese episodio que ocurrió en los Bulls y tiene a Bobby y Nikola como protagonistas.
Incidente con Mirotic
Durante la pretemporada de los Bulls, ocurrió el peor incidente de Bobby dentro de una cancha de baloncesto. Los de Chicago tenían una plantilla joven y al parecer, a Portis le habían prometido ser el 4 titular del equipo. Pero antes de que arranque la temporada llega Nikola MIrotic, tras haber estado preparándose de forma individual todo el verano, rechazando incluso su presencia con la selección española y le gana el puesto.
Como cuenta las protagonistas, los entrenamientos previos al arranque del curso baloncestístico eran una guerra entre todos los jugadores. Nadie tenía un puesto asegurado y nadie frenaba tanta intensidad.
Hasta que a dos días del primer partido oficial, en una acción de juego, a Bobby se le cruza el cable y agrede a Nikola. Mirotic aseguro que fue capaz de esquivar los dos primeros puñetazos pero al tercero…conmoción cerebral y varias fracturas maxilares. El nacionalizado español se perdió los primeros 23 partidos de competición, si bien compartieron equipo antes de su traspaso a los Pelicans. Ambos admiten no haber hablado del tema y que no ha habido disculpas por parte de Bobby.
La fama de tipo duro para Bobby ya estaba ganada con creces:
¿El que separa es Portis? pic.twitter.com/UGpbB3ZbVp
— Nestor Pelegrin (@NestorPelegrin) May 26, 2021
A Phoenix Suns: ¡Ojo con Bobby Portis!
Esta advertencia ha podido llegar tarde al Phoenix Arena. Es posible que ya no se juegue más en la cancha de los Suns y todo depende del partido de esta noche. Los Bucks tienen en su mano alzarse con el campeonato de la NBA y evitar un Game 7.
Todo empezó a torcerse para los Suns cuando las finales se desplazaron al Fyserv Forum. DeAndre Ayton pecó de juventud y se dejó llevar por el botellón de los exteriores y se perdió gran cantidad de minutos en pista en el tercer partido. ¿Quién supo aprovechar la falta de un jugador interior dominante (Sorry Kaminsky if you read this)?
Bobby Portis 🔥🔥🔥#FearTheDeer #NBAFinals #NBA
— MassiveBall (@MassiveBall) July 15, 2021
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Obviamente la figura más destacada fue un tal Giannis, el segundo/tercero de los Antetokounmbros que puede ganar el anillo de la NBA. 11 puntos, 8 rebotes y el tercer mejor +/- de un jugador de Bucks tras Holiday y el griego en apenas 18 minutos en pista. Supo lastimar las carencias interiores y capturó cuatro rebotes ofensivos para dar segundas oportunidades a sus compañeros.
¿Se acordarán para siempre los seguidores de los Suns de esta final ante los Bucks de Bobby Portis o se le saldrán los ojos de las cuencas a Lolo y Yulian en un Game 7 massivo?