La temporada regular ha acabado y, antes de que empiecen los Playoffs, el play-in, estas palabras de las que ya llevamos oyendo hablar un tiempo, ocupan mucha parte del periodismo NBA estos días. LeBron, Anthony Edwards, Shai, Butler, Trae y otras muchas estrellas participan. Sin duda, es una gran manera de abrir boca para los meses que vienen.
¿Qué es el play-in?
Por si hay algún despistado, este torneo lleva disputándose 3 años, ya que fue instaurado en 2021. En él, los equipos que hayan quedado entre el séptimo y el décimo puesto de cada Conferencia se juegan dos plazas de Playoffs. Por supuesto, el séptimo y el octavo tienen 2 oportunidades para ganar un único partido, mientras que los otros dos deben ganar dos consecutivos. Durante la burbuja de Disney de 2020 se hizo algo relativamente significativo al formato actual
A priori, muchos pensarán que enfrentarse a los mejores equipos de cada Conferencia en primera ronda es navegar hacia una muerte segura. Sin embargo, no sería la primera vez que uno de los récords de esa zona da la campanada contra los “favoritos”. De hecho, llevamos varios años con superestrellas de la liga disputándose su acceso a Playoffs en estos partidos.
Lo bueno de este formato es que tiene cabida para todo tipo de equipos. Por una parte, tenemos a equipos afectados por las lesiones, como es el caso de Pelicans o Lakers. Por otro lado, equipos que se han redimido de malos comienzos, como los propios Lakers, los Wolves o los Bulls, que han completado un gran final de temporada. También existen las historias de esos equipos jóvenes con cierto rodaje a los que competir les ayuda mucho en sus respectivos proyectos, como es el caso de OKC Thunder. Aunque no consigan entrar, lo que han peleado para llegar allí es una gran experiencia.
Por supuesto, la moneda tiene dos caras. Hay equipos destinados a llegar lejos y el hecho de no llegar a puestos de play-in o caer durante el torneo puede desencadenar una gran revolución en la plantilla. Este puede ser el caso de Dallas Mavericks o Portland Trail Blazers. Que dejemos de ver jugar tan pronto a Damian Lillard, Luka Doncic o Kyrie Irving es algo muy negativo para los espectadores.
Dennis Schroder's clutch triple off the LBJ feed… through the eyes of our slo-mo #PhantomCam!
— NBA (@NBA) April 12, 2023
Schroder dropped 18 of his 21 points after halftime 🔥 pic.twitter.com/49Qg7oWdwp
¿Qué equipos hay este año?
En el momento de publicación de estas palabras, ya sabremos quiénes ocupan los séptimos puestos en cada Conferencia. Boston Celtics y Memphis Grizzlies ya conocen a sus rivales y, en función de cuál haya sido el resultado, puede que no estén del todo contentos con el play-in. Pese a que hayan tenido campañas irregulares, equipos como Atlanta Hawks o Los Angeles Lakers tienen grandes nombres en sus plantillas y pueden dar problemas a cualquiera, por mucho que haya ocurrido en los meses anteriores. Por supuesto, esto también es aplicable para Miami Heat y Minnesota Timberwolves. Evidentemente, los líderes de temporada regular seguirán siendo considerados como favoritos en la gran mayoría de ocasiones, pero es innegable que la posibilidad de la sorpresa está ahí.
Como se ha podido leer hasta ahora, las historias más jugosas han estado en el Oeste, pero eso no quiere decir que el play-in de la otra conferencia haya sido aburrida. Si bien es verdad que la diferencia entre el décimo y el undécimo es amplia, ha estado más igualado durante meses. Indiana Pacers estaba siendo uno de los equipos revelación hasta la lesión de Haliburton. Washington no ha conseguido encontrar su juego. El proyecto de Orlando comenzó mal la temporada y, pese a acabar bien, no se han podido aupar a esos puestos. Dentro del torneo, la pelea entre los desvalijados Nets y los irregulares Heat ha dado juego hasta el final. También la mediocridad de Hawks y Raptors o el buen final de temporada de Bulls.
El Oeste ha sido más salvaje que nunca. Hasta hace un mes, solo los Rockets y los Spurs estaban fuera de todo tipo de pelea por el play-in. Ha habido tramos de temporada con 2 o 3 victorias de diferencia entre los puestos 6 y 13. Una racha buena o mala podría hacer cambiar tu perspectiva en cosas de una semana. Desde ascensos meteóricos como Lakers (tras el deadline) u OKC (a los que se ponía peleando por el número 1 del Draft) hasta caídas a los infiernos como la que ya analizamos de Portland o la más reciente, los Mavericks. Sin duda, la lucha ha sido preciosa y puede tener serias consecuencias para varios equipos, tanto para bien como para mal.
WE MOVE#Together404 pic.twitter.com/aii9Ny9vAD
— Atlanta Hawks (@ATLHawks) April 12, 2023
¿Hay otras implicaciones?
Algo muy de moda en la NBA es el tanking. Ya convivimos con ello cada año, más aún si cabe con el hype que hay por el próximo Draft. Algunos de los equipos que estamos mencionando, al ver que sus opciones disminuían, se han dejado llevar durante más o menos tiempo. Lillard sentado en el banquillo, los ilusionantes Jazz cayendo puestos las últimas semanas o la muy comentada actuación de Mavericks, los cuales tenían riesgo serio de perder su elección de Draft el próximo mes de junio. De hecho, todavía hay posibilidades de que eso pase, lo cual podría ser letal para el futuro del proyecto. En los últimos días de competición, siempre hay cábalas para ver si se puede bajar un puesto en la clasificación y aumentar las probabilidades de la lotería.
A nivel competitivo, el play-in es sin duda un aliciente para los espectadores. Por una parte, más equipos pueden pelear durante más tiempo por un puesto en la postemporada. De hecho, ha habido emoción hasta el último día. Además, estos tres días donde se juegan los partidos del torneo se puede respirar ambiente de Playoffs, ya que a un partido cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Para los aficionados de un equipo, puede ser la conclusión a una temporada ilusionante o decepcionante. Para los imparciales, es la mejor manera de prepararse para la mejor época del año.