PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT

promesas históricas del draft

Promesas históricas del draft, un club muy exclusivo al que se une Victor Wembanyama, solo han habido una serie de jugadores a los que realmente se esperaba como la nueva gran atracción de la NBA. La anticipación, o el «hype» siempre es un elemento digno de sospecha, pero con estos jugadores todo parecía indicar que marcarían un antes y un después en la competición, lamentablemente no siempre fue así, de todos modos, ese breve momento de fascinación colectiva les unen en esta extraña hermandad.

Kareem Abdul-Jabbar

En 1969, un chico de Harlem, considerado el mejor jugador joven salido de Nueva York, campeón de 3 campeonatos estatales, una racha de 71 partidos seguidos y un récord de 79-2 llegaba al campus de Ucla. Allí junto con Wooden, cambiaría las reglas del baloncesto universitario, unas reglas que prohíben los mates, con el ánimo de quizá poder nivelar el nível entre el equipo de California y los demás. Sobra decir que no funcionó, Ucla ganó tres campeonatos seguidos entre el 67 y el 69, tras completar sus 4 años universitarios, por fin podía entrar en la NBA.

¿Os imagináis que una simple moneda pudiera haber enviado a Víctor a los Hornets? en 1969, una m, oneda que se negó a caer de cara, llevó a quizá la mejor de las promesas históricas del draft a Milwaukee, en solo el segundo año de vida en la franquicia. En el baloncesto profesional, normalmente una promesa tarda en ver resultados, pero Kareem ganó su primer campeonato en el 71, en su segundo año. Es el único de este club que dejará claro que el «hype» estaba justificado con un campeonato en tan poco tiempo. Todos sabemos lo que hizo después, llegó a ser el mayor anotador histórico de la NBA, hasta que otro miembro del club le arrebatará el récord

PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT: Bill Walton

De una de las promesas históricas del draft salidas de UCLA, a la siguiente, ¿Qué mejor secuela a Kareem podría pedirse que Bill Walton? el producto del instituto Helix ya medía dos metros a los 16 años, y aunque sufriría lesiones debido a aquel crecimiento tan acelerado, llevaría a su equipo a ganar el campeonato en el 69 y 70, el último año sin apenas una derrota. Más tarde ayudaría al entrenador Wooden a continuar con la racha que Kareem había dejado tras de sí, de no ser por David Thompson, quizá Ucla hubiera ganado 10 campeonatos seguidos.

La ABA hizo todo lo que pudo en forma de contratos y promesas por llevarse al gran pelirrojo lejos de la NBA, pero Bill quería jugar en la misma liga que Kareem, su predecesor, modelo y rival. Bill, al contrario que Kareem, solo tuvo dos años realmente para demostrar que la promesa no era mentira, en el 77 y 78 fue sin duda el jugador más dominante de la NBA. Su única mancha real, es probablemente que es por culpa de sus lesiones que no hay un equipo profesional en San Diego.

Ralph Sampson

El gigante de Virginia, con sus 2,24 de altura, proyectó una promesa tan grande, que tras un solo año de universidad, Red Auerbach estuvo cerca de sacrificar lo que en el futuro serían McHale y Parish por Ralph, y en 1982 los Lakers estaban dispuestos a elegirlo primero en caso de que acabase en Virginia antes de tiempo, a pesar de contar con Kareem. No es de extrañar, mucho de lo que nos sorprende en Wembanyama ya se vió con Ralph, un gigante con movimientos de alero y una muñeca más que aceptable.

Durante tres años, del 83 al 86, Ralph sería en Houston todo lo que uno podía esperar, incluido eliminar a los Lakers en las finales de conferencia con un tiro sobre la bocina, el problema es que aparentemente gastó sus mejores años en la Universidad, a partir del año 87 ya nunca sería el mismo. A partir del 89 y en adelante jamás volvería a promediar más de 10 puntos por partido, al igual que Walton, su promesa brilló durante muy poco tiempo, desgraciadamente sin campeonato de por medio gracias a ese Frontcourt formado a partir de su desplante a los verdes.

PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT: Patrick Ewing

En 1985, incluso tras la explosión de un rookie Michael Jordan, la única pregunta era ¿Quién se llevará a Patrick Ewing? y es que aunque en nuestra cabeza permanezca el jugador con dos sempiternas bolsas de hielo en las rodillas,. en su juventud, en Georgetown y en los primeros años de los Knicks, Ewing era lo más parecido hasta el momento a Bill Russell, con una excepción, además de defender excepcionalmente, podía atacar el aro desde cerca y desde lejos.

Uno puede medir lo larga que era la sombra de su promesa, por las leyendas que surgen en torno a ella, la unión de Ewing, el jugador más esperado, junto con la franquicia más mediática y necesitada de una estrella, hizo que brotara la sospecha en el nuevo método de loteria.

Hasta el 85, el número 1 salió del cara o cruz de una moneda, y se premiaba a los dos peores equipos de la NBA, lo que llevó a los Clippers de un nuevo dueño llamado Sterling a perder partidos a propósito, otra franquicia que haría lo mismo sería Houston, obteniendo a las torres gemelas. Stern, decidido a cambiar el sistema, creó una lotería, donde todos los equipos sin playoffs tenían cerca de un 15% de posibilidades de llevarse el número 1.

En la televisión todos vieron como Stern agarraba un sobre final con una esquina doblada, unos dijeron que aposta para que el comisionado supiera que sobre coger. Otros dijeron que el sobre estaba congelado, sea como fuere, Ewing fue a los Knicks y las audiencias de la NBA mejoraron mucho.

Shaquille O´Neal

En el año 1992, tres pivots alcanzaron los tres primeros puestos, el mejor campeón universitario en la historia de la NCAA, el nuevo producto de Georgetown, y el nuevo miembro del club. Independientemente de que su carrera universitaria hubiera sido peor que la de sus dos acompañantes, toda la NBA quería a Shaq, un 2,16 con 147 kilos que se movía a la velocidad del rayo, que rompía tableros y que nadie podía sujetar en la zona.

Si la NBA de veras estaba trucada en 1985, ya no lo estaba en el 92, Orlando no parece el destino más apropiado para la nueva atracción de la liga de baloncesto, aún así, Shaq se llevó a la liga por delante con su carisma y de no ser por la vuelta de Jordan en el 96, pronto hubiera sido la nueva cara de la NBA. Es curioso cómo a pesar de lo buenos que eran Mourning y Laettner, todos los presentes tenían claro lo que suponía llevarse al de LSU.

No erraban en sus cálculos, pronto Shaq llevaría a Orlando a las finales en el 95, y más tarde ganaría 4 campeonatos entre Los Angeles y Miami. No siempre el equipo que gana el premio, acaba disfrutando de sus logros, y menos cuando te cuestionas si vale la pena pagar 100 millones por él.

PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT: Chris Webber

Estamos sin duda ante alguien que merece estar en este club, Webber ya era reclutado por las universidades cuando apenas estaba en secundaria debido a su enorme tamaño. Más tarde en los Wolverines, formó parte del equipo más icónico de la historia de la NCAA, los Fab Five, cinco novatos que rompieron con normas no escritas de un viejo deporte. Además de todo eso, Chris podía pasar como un base, atacar el aro como un atleta, defender dentro y fuera, atacar desde media distancia… lo tenía todo, excepto quizá la cabeza, como ya demostró pidiendo aquel tiempo muerto inexistente.

Chris llegó en el 93, pudo haber jugado junto con Shaq, pero Orlando le cambió por Penny, y llegó a los Warriors de Don Nelson. Sin embargo, al contrario que con los otros miembros del club, él solo duraría un año en la franquicia que lo seleccionó, y todo porque no quería ser pivot como su entrenador le decía. En Washington, la marihuana y las lesiones fueron apagando la promesa hasta casi desaparecer, fue en Sacramento donde hizo valer todo aquel «hype»… un caso realmente inusual.

Tim Duncan

Sé que podría haber puesto a Iverson en la lista, pero sus problemas con la ley a la hora del draft le dejan a las puertas del draft. Tim venía de jugar con Wake forest durante 4 años, al contrario que otro contemporáneos cuya promesa ofrecía dudas por pasar solo un año en la NCAA o por venir directamente del instituto, Duncan era un jugador hecho, elite en ataque y defensa, dos veces ganador de la ACC, al mejor jugador de la conferencia en esas dos ocasiones y mejor jugador universitario en el 97.

Jerry West y otros, han afirmado que si Duncan hubiera decidido ser seleccionable en el 95, hubiera sido el número 1, y también lo hubiera sido en el 96… la larga espera no hizo más que añadir expectativas, especialmente en Boston, donde tras un año horrible, esperaban una situación tipo Ewing, pero no fue así. En apenas dos años, Duncan era el mejor jugador de su equipo, y para 2003 era MVP, luego vendrían los campeonatos, especialmente el de 2003., por favor echad un vistazo cuál era su equipo, y a quienes se llevó por delante…

PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT: Lebron James

¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya? sus partidos de instituto se dieron en la televisión, era llamado «el elegido», se le comparaba con Jordan con menos de 18 años, nadie nunca ha lidiado con tantísimo «hype» en su crecimiento como persona y joven atleta… no solo ha cumplido todo lo que se esperaba, sino que ha conseguido más, a día de hoy, 21 años más tarde, sigue siendo uno de los mejores, y ha pisado finales de conferencia este año pasado, yo no soy muy monárquico, este es el único rey al que respeto.

Greg Oden

En 2007, el premio gordo era este pívot, construido como un jugador de fútbol americano, llamado a hacer historia, que había llevado a los Buckeyes a la final contra Florida, y del que se esperaba que fuera la nueva gran estrella, el nuevo gran pívot tras Shaquille O Neal… obviamente aquella promesa se vino abajo muy pronto, fruto de un tren inferior que no estaba construido para mantener semejante maquinaria.

Kevin Durant es uno de los mejores jugadores de la historia, en la universidad fue una máquina de anotar con una altura y un movimiento inauditos, pero seguía siendo la época de los pivots antes que los flacos y habilidosos, ¿por qué siempre es Portland la franquicia que tiene que estar en el lado incorrecto de la historia?

PROMESAS HISTÓRICAS DEL DRAFT: Anthony Davis

De una manera similar a Ewing, pero sin la certeza de cuatro años universitarios, la ceja era a ojos de todos los equipos de la NBA, lo más cercano a excelsos defensores del pasado. Su altura, su distancia de brazo a brazo y ciertos destellos ofensivos dentro de un papel muy limitado en los Wildcats encendían la imaginación de todos los general managers. Los por aquel entonces Hornets, hoy conocidos como Pelicans, estaban convencidos de que aquel era el primer paso para que el baloncesto volviera a importar en Nueva Orleans.

Sin embargo, a pesar de su juego espectacular, solo pudo traer una segundo ronda a Louisiana, y desde luego jamás su equipo hizo sombra a los Saints, si es que acaso llegaron a importar demasiado. AD tomó las de villadiego para unirse a otro miembro del club en Lebron James, y aquí seguimos… un campeonato en la burbuja, muchas lesiones, pero dominancia en muchos momentos… un resumen un tanto desigual para lo que se esperaba de él

Zion Williamson

Misma historia, peores resultados… apuesto a que nadie ha visto tantos partidos de Duke desde los 90, y es que los mates de esta bestia de apenas dos metros pero 130 kilos recuerdan al mejor Barkley, un jugador ideal para la era de instagram, un atleta que junto a Morant, estaba llamado a ser la nueva cara de la liga tras la marcha de Lebron. Estos años de lesiones, poca profesionalidad y líos de faldas hacen que cada vez menos tengamos fé en esta promesa que se está quedando en nada.