LOS DEBERES DE QUIN SNYDER  

Los Atlanta Hawks son sin duda una de las grandes decepciones de la temporada 2022-2023. El éxito de llegar a finales de conferencia en 2021 les ha pesado para mal y en las dos últimas temporadas no han sabido replicarlo. Talento hay, bastante de hecho. Los Hawks han sido uno de los equipos más agresivos en los últimos mercados, apostando por el win now con llegadas de renombre como Dejounte Murray. Los Deberes de Quin Snyder

Pero dichas firmas no están funcionando. Los de Georgia siguen estancados en puestos de play-in como la temporada pasada y han probado de todo, cambios de plantilla, gerencia y entrenador.  

Solo un hombre es intocable, y ese es Trae Young. El joven base ha pedido por activa y por pasiva cambios para reforzar cuanto antes el proyecto y competir por el título. Es innegable que este hombre tiene ambición, pero las prisas son muy malas consejeras y más en proyectos de este calibre. 

Y llegamos al punto actual. Los Hawks han decidido cesar a Nate McMillan para conseguir a otro entrenador. Esta situación no es la primera vez que pasa en Atlanta, ya que hace dos años fue al revés. Atlanta estaba en puestos bajos, decidieron prescindir de Lloyd Pierce para traer al mencionado McMillan y con una remontada épica en temporada regular los metió quintos y los llevó a finales de conferencia. 

Parece que con Snyder quieren hacer lo mismo, aunque con matices. En principio quieren ganar a corto plazo, pero la duración de contrato (5 años) da pie a pensar que al menos cuentan con él para un proyecto largo. Aun así, el ex de los Jazz tiene mucho trabajo por delante. Muchos deberes que corregir para que estos Hawks sean un equipo de verdad competitivo en corto, medio y largo plazo. 

Defensa

Uno de los puntos que más deja a deber en estos Atlanta Hawks es su mala defensa. Esta temporada están como la octava por la cola en defensive rating. Mientras que la pasada fue la quinta peor defensa. Los problemas defensivos son un tema recurrente en este equipo las últimas campañas. Y si es verdad que Trae Young es una debilidad defensiva importante, la plantilla tiene buenos jugadores defensivos. Dejounte Murray, DeAndre Hunter, Clint Capela, el recién llegado Sadiq Bey, son buenos jugadores que rinden a ambos lados de la pista, pero ni con Pierce, ni con Mcmillan encontraron el ajuste perfecto. Snyder se caracteriza por ser un especialista defensivo, desde que ha entrenado a los Jazz, el equipo de Salt Lake City lleva desde 2015 como top 14 mejores defensas donde en varis de ellas ha sido segundo. Los resultados están ahí, pero hay una serie de condiciones que se tienen que cumplir. 

Encontrar un Rim Protector élite

Una de las grandes bazas de Quin Snyder en Utah fue la defensa interior. Rudy Gobert si bien en playoffs con los cambios de marca sufre, en temporada regular era el tótem donde construir el proyecto. Es un jugador que con su sola presencia te construye una defensa para cimentar un proyecto, y de eso ha vivido Utah en los últimos años a nivel defensivo. En el roster de Hawks encontramos a dos jugadores que por características tanto físicas como de juego puede cumplir ese papel. Esos jugadores son Clint Capela y Onyeka Okonwgu. 

Capela es un interior más tradicional al estilo Gobert, sus mejores años, en Houston era también ese perfil de jugador intimidador que se hacía grande en la zona y al jugador rival le costaba anotar de dentro. En ataque se le podía potenciar gracias al pick and roll con el base (al igual que Gobert). Curiosamente el mejor año de Capela en rendimiento lo tenemos en la 21-22 con Atlanta. Ese año los Hawks quedaron quintos y llegaron a finales de conferencia con el pívot suizo dando su mejor rendimiento en defensa, a nivel reboteador, intimidación y tapones. Y en ataque buscando el pick and roll con Trae Young. Si bien no tiene las mismas medidas que Gobert (10 centímetros menos de altura y envergadura) tiene más cuerpo que compensa esa falta de estatura. 

Por otro lado, tenemos a un joven Okongwu que es un perfil que tira más a interior moderno defensivo. No es tan alto ni tiene tanta envergadura, pero es más rápido, más ágil y puede defender varias posiciones. Okonwgu no suele sufrir con los cambios de marca y en defensas de playoffs es mucho más aprovechable que Capela. Por lo que Snyder tiene dos buenos jugadores para elegir a quien darle la responsabilidad defensiva en el juego interior. 

Recuperar a Collins

Seguramente el jugador más señalado del mal momento de los Atlanta Hawks es John Collins. El formado en Wake Forest está haciendo su peor temporada NBA sin contar su año rookie. Jugando cada vez más alejado del aro, siendo cada vez más pasivo en defensa y rindiendo a un nivel muy pobre. Ya son varios mercados tanto de invierno como de verano que Collins está en la rampa de salida. Pero ya sea por su contrato o porque Atlanta pide mucho por él nunca sucede su marcha. Si bien por una parte pienso que Collins esta algo sobre pagado, por otra creo que está infrautilizado, y más desde que llego Nate McMillan. Con recién cesado entrenador de los Hawks, Collins ha pasado de segunda opción ofensiva a cuarta. Con mucho menos impacto ofensivo y cada vez siendo más lastre defensivamente. Solo hay que verlo en sus estadísticas, que desde la llegada de McMillan, sus números han ido bajando considerablemente. Pasando de un 20-10 en la 19-20 a un 13-7 en esta temporada. 

Considero que Snyder puede hacer un buen trabajo con él. Collins es un ala-pívot clásico. Difícil de encajar en la NBA actual pero efectivo si al final encuentras el hueco. Un jugador atlético con buena capacidad reboteadora y con un tiro efectivo en los 4-5 metros. Y ese perfil Snyder lo ha manejado con Derrick Favors. 

Favors también ha sido ese jugador atlético con un buen tiro de 4-5 metros y reboteador, con menos talento ofensivo, pero defensivamente más intimidador. Sus mejores años fueron con Snyder como segunda arma anotadora tras Hayward en Utah, un jugador que si no fuera por las lesiones y el aumento de ritmo en la NBA hubiera tenido mejor carrera. Creo que Collins, siendo más talentoso y atlético puede evolucionar a ese jugador que se complementa con un center dominante en el apartado defensivo.  

Compenetrar el backcourt

Uno de los grandes movimientos de este verano fue el traspaso de Dejounte Murray. El combo guard llegaba de hacer su mejor temporada en la NBA, siendo All Star y estrella de los Spurs a unos Hawks donde su papel es ser escudero de Trae Young. El encaje era difícil ya que son dos jugadores que necesitan pelota para funcionar. Y de momento las piezas no funcionan. Por separado van bien, los mejores partidos de Young han sido sin Murray y los de Dejounte han sido sin Trae, pero juntos el equipo no funciona.  

Seguramente sea la tarea más difícil para Snyder siendo perfiles que si bien son diferentes en defensa y se pueden compenetrar, en ataque los dos necesitan un alto uso de balón para funcionar. Young es un creador élite y Murray necesita balón para generar ya que carece de tiro exterior y su punto fuerte es atacar el aro con el balón. Con Mitchell y Conley lo tuvo algo más sencillo ya que el actual base de Timberwolves no necesita tanto uso de balón para generar y tiene un buen lanzamiento exterior. 

Aparte está el ego. Young y Murray han demostrado tener un ego equivalente a su talento (mucho) y dicho ego puede ser perjudicial para el proyecto. 

Relación con vestuario y estrella

Tal vez la más importante la dejo para el final y son las relaciones humanas. Ya hemos hablado en los anteriores puntos que el roster de los Hawks es talentoso, pero con mucho ego, apaciguar el fuego es una de las claves para remontar la temporada. Y con jugadores como Young que se está ganando fama de cesar entrenadores, con Murray y algunas pullas que ha soltado de su anterior equipo, Collins exigiendo más protagonismo y un largo etcétera, Atlanta no pinta bien. 

Si bien Snyder pudo salir rebotado de Utah por culpa de la mala relación de Rudy Gobert y Donovan Mitchell, tanto el pívot francés como el escolta de Nueva York siempre han tenido buenas palabras para su entrenador. Sobre todo, la actual estrella de Cleveland, que a raíz de la marcha de Snyder se sentía “inseguro, enfadado y preguntándose demasiadas cosas acerca del futuro de los Jazz”. El final de la historia ya la conocéis todos. Pero habla muy bien de Snyder y su gestión de egos en la plantilla.

EL PROBLEMA DEL ALL STAR