El pasado 30 de agosto los Lakers vencían por 131-122 a unos mermados Blazers para poner el 4-1 definitivo en la serie y dar por acabado el curso baloncestístico para la franquicia de Oregon. Ese día vimos los últimos 40 minutos de Carmelo Anthony en una cancha de baloncesto. Dejó 27 puntos y 7 rebotes y para el recuerdo estarán esos momentos massivos de su emparejamiento contra LeBron James. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
El bueno de Melo comenzaba sus vacaciones con la necesidad de encontrar equipo si no quería dar por terminada su carrera NBA. La liga regresa el próximo 22 de diciembre y pese a las buenas actuaciones y, más importante incluso, la buena actitud mostrada por el jugador tras más de un año apartado de la mejor liga de baloncesto del mundo la realidad es que no tiene equipo a día de hoy. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
¿Deberían los Knicks darle una oportunidad al mítico jugador? Personalmente, aún recuerdo ese duelo navideño con su amigo Kobe. Recuerdo la noche en que anotó 62 puntos para establecer el récord de anotación en la mítica cancha. La época en la que quien escribe era seguidor de los Knicks por culpa de quien figura en la foto superior.