Tony Bennett: una mente maravillosa

La ultima Pieza Laker

Nadie se acordará, pero Tony Bennett fue jugador de los Charlotte Hornets durante 3 temporadas (92-95) donde principalmente hacia de base suplente de Muggsy Bogues. Un jugador muy académico y siempre muy atento a los aspectos tácticos del juego. No es de extrañar que tras ver que la NBA no era lo suyo, diese el salto a los banquillos. Primero como asistente en el baloncesto universitario y después como Head Coach en 2006, sucediendo a su padre en Washington State. Tras tres años de éxitos con dos viajes al March Madness, el reclutamiento de un tal Klay Thompson y un famoso rechazo a Indiana, en 2009 decidió dar el salto a la ACC (su mujer fue clave) y fichó por los Virginia Cavaliers. Un reto mayúsculo en una de las mejores conferencias de la liga por aquel entonces.


Para valorar en su justa medida lo que Tony Bennett ha conseguido en los últimos 12 años hay que recordar de donde venia Virginia. Solamente 2 viajes a Marzo en los últimos 12 años y 3 balances positivos de victorias en conferencia en ese mismo periodo. Un bagaje bastante pobre para un programa que había vivido su época mas esplendorosa a principios de los 80 con Ralph Sampson (una de las originales torres gemelas) como su estrella.


Para resumir todos sus logros, intentaremos contestar a las típicas preguntas: que, cómo y por qué.


¿Qué ha conseguido Tony Bennett? Lo más importante, ha conseguido que Virginia sea una de las mayores potencias de la NCAA durante la última década. Todo esto en base a resultados y en base a desarrollo y preparación de jugadores para la NBA. Si nos vamos a los logros, el tema se pone serio. Hablamos de 1 titulo nacional (2019), 7 viajes consecutivos al March Madness y 5 títulos de conferencia. Jugadores como DeAndre Hunter, Ty Jerome o Kyle Guy han salido de su programa y han conseguido, en la medida de lo posible, hacerse un hueco entre los profesionales. El caso de DeAndre Hunter es especial ya que Hunter no era considerado uno de los mejores prospects en instituto. Tony Bennett le convirtió en pieza fundamental de su equipo y esquema hasta el punto de ser ahora un jugador de mucho relevancia en la NBA.


¿Como lo ha conseguido? En base a una cultura de humildad, pasión y unidad. Así es como describe Bennett lo que ha querido construir en Virginia y como ha conseguido todos sus éxitos. La realidad es que, si nos ceñimos al baloncesto, el cómo tiene otro nombre: la defensa. Virginia y su entrenador han ejecutado una de las mejores defensas nunca vistas en el college basketball durante los últimos lustros. Todo empieza en base a la llamada “Pack Line Defense”.

Este tipo de defensa se basa en presión muy alta constante al hombre con balón, doble marcaje si el balón llega al poste y ayudas constantes contra posibles penetraciones. Bennett reta a sus contrincantes a que le anoten desde fuera, pero esos tiros suelen estar bien defendidos. El esfuerzo físico es tremendo, pero esta defensa marca la referencia del tipo de jugador que Bennett busca en sus filas: pequeños fuertes y aleros atléticos que permiten continuos cambios en los bloqueos.


¿Por qué lo ha conseguido? Bueno, esta pregunta tiene una simple respuesta. Porque estamos ante una de las grandes mentes del baloncesto universitario de los últimos 20 años. La principal razón por la que hacemos este articulo también. Te puede gustar mas o menos su estilo de juego, que suele ser muy lento y con partidos de pocos puntos, pero ha mostrado que es muy efectivo. Y todo ello, sin tener esos grandes nombres que otras universidades de más prestigio consiguen a través del reclutamiento.


La mayor mancha en el currículo de Tony Bennett vino en la primera ronda del March Madness de 2018. Virginia era el número 1 del país y venia de dominar la ACC esa temporada. Su rival era una floja mid-major llamada UMBC que se suponía no iba a dar problemas. Pero esto es lo que tiene la NCAA y Marzo, que nunca puedes dar nada por hecho. UMBC le anoto 53 puntos en la segunda mitad a Virginia, incluidos 9 triples. Al final acabaron derrotando al hasta entonces mejor equipo del país por 20 puntos (74-54).

Fue un palo muy gordo y muchas voces en América consideraban que, aunque el estilo de juego de Tony Bennett era muy efectivo para temporadas regulares, no funcionaría en eliminatorias directas. Un año tardaron esas críticas en desvanecerse, y es que, tras el mazazo de 2018, Bennett y los suyos, prácticamente con el mismo equipo, se alzaron con el título nacional en 2019.


En la actual temporada, Virginia se encuentra en un periodo de transición. La plantilla con la que cuenta tiene un talento bastante limitado y un viaje al torneo de marzo sería una más que exitosa temporada dadas las circunstancias. Sus pilares son el base Kihei Clark, un pequeñito jugador que era suplente de Ty Jerome en el titulo de 2019, y el transfer de East Carolina Jayden Gardner, un jugador perfecto para desarrollar la defensa que Bennett quiere con buena mano para la media distancia.

Lo llamamos periodo de transición porque para el próximo año, Virginia tiene una de las tres mejores clases de reclutamiento del país. Son ya 3 jugadores comprometidos entre los top 50 jugadores de instituto (según ESPN) y otro top 100 a añadir a esa lista. Virginia es de las pocas universidades que no confiaran su futuro exclusivamente a los transfers, ya que prefieren desarrollar jugadores a largo plazo en su equipo que se amolden a la cultura de la universidad.


Con esto podemos asegurarnos que Virginia y Tony Bennett van a seguir dando mucha guerra en el futuro. El pasado es esplendoroso, el presente algo turbio pero el futuro tiene muy buena pinta. No esperéis juego de ataque y rápido si os atrevéis a echarle un vistazo a Virginia. Pero si de verdad queréis ver equipos bien entrenados que son fiel reflejo de los valores de su entrenador, tal vez Virginia pueda alegraros la tarde.


Es lo bueno de la NCAA, que hay equipos, jugadores y entrenadores para todos los gustos. Solo tienes que buscarlos. O leernos, ya que siempre vamos dando pistas.